Loving and fighting, accusing, denying
I can't imagine a world with you gone
The joy and the chaos, the demons we're made of
I'd be so lost if you left me alone
Para el entierro de su esposa, Liam organizó algo íntimo, justo como ella lo hubiese querido. Era un día muy soleado, fresco, excepto para el castaño de pie frente al ataúd de su amada, sosteniendo una rosa blanca y luchando para dejarla ir, no solo en cuerpo sino también en alma y con ello, atesorar los recuerdos que acumularon en el tiempo. Ya no tenía lágrimas para derramar, todas las había dejado en aquella habitación en el hospital, en la recamara que ambos compartían, en la tela de su pijama favorita que aún conservaba su olor natural; no deseaba volver a su morada porque ya no era un hogar, eran solo paredes.
—No sé qué haré sin ti... nunca me había sentido tan solo...—Besó la rosa que llevaba en su mano— Nos vemos en otra vida, supongo. Será una cita.
Dejó la flor sobre el ataúd y se dispuso a tomar asiento, un sacerdote estaba preparando su típico discurso bíblico antes de sepultarla. Louis y Luke estaban allí tomados de la mano, tratando de darle todo el apoyo posible al castaño, también Helena quién decidió sentarse al lado de este para abrazarlo lo más que pudiese.
A lo lejos, un vehículo negro atrapó la atención de los dolientes.
—¿Quién es? —Preguntó Louis a su esposo en un tono bajo.
—Creo que es Harry.
Solo ese nombre bastó para que su corazón se disparara, su mirada no se despegó del auto hasta que lo vio salir de el. Lucía un elegante e impecable traje negro, su cuerpo estaba más fornido de lo usual y eso se podía notar. Taylor bajó del lado del copiloto y abrió la puerta trasera dejando salir a una pequeña que no dudo en tomar la mano de Harry. Los tres se acercaron al sepelio, yendo directamente hasta Liam.
—Hola tío Li— Saludó la pequeña al castaño, siendo recibida con un fuerte abrazo por parte de este. La verdad, de todas las personas que lo habían abrazado aquel día, ese fue el abrazo que más lo llenó de paz y tranquilidad, el más sincero. Adoraba a esa pequeña.
—Hola Ava ...
La pequeña se separó del castaño y le tendió una hermosa margarita, la cual Liam recibió —Mamá me dijo que Riri se fue a cuidar otros ángeles al cielo.
—Así es, peque —Respondió reprimiendo las ganas de llorar.
—Lo siento mucho, Liam—Taylor interrumpió a la inoportuna de hija. Liam se puso de pie para recibir el abrazo de la rubia—Estoy aquí amor, siempre voy a estar aquí—Le susurró.
—Gracias Tay.
Luego fue el turno de Harry de abrazar a su mejor amigo con todas sus fuerzas. Ambos se abrazaron muy fuerte, para Harry, Liam era como un hermano al que siempre recurría cuando no podía más y claro, era reciprocó.
—Lo siento mucho, Hermano. Ella era una gran chica. —Dijo, rompiendo el abrazo.
—Era mi gran chica—Dijo para luego tomar asiento.
Harry, Taylor y Ava tomaron asiento justo al lado de Luke después de saludarlo. Harry ni siquiera se molestó en brindarle un mísero ''Hola'' a Louis, a diferencia de Taylor que si lo saludó con mucha estima. Louis miraba al frente, fingiendo prestar atención a las palabras del sacerdote; pretendía que no había nadie importante sentado a dos personas de él, pero su realidad era otra.
Miró de reojo a través de sus lentes oscuros, y pudo ver que Harry sostenía la mano de Taylor mientras la pequeña descansaba en su regazo. Parecían una familia, lo que causó estragos en su interior. No es el momento, se dijo a sí mismo. ''No lo perdiste Louis, nunca fue tuyo realmente'' se repetía constantemente. También se preguntó si aquella pequeña habrá reemplazado a Darsie para Harry, si ya no le importaba el hecho de que tiene una hija que si es suya. ¿Se habrá olvidado de ella? Todos esos pensamientos alborotaban su mente y lo que más le chocaba era el hecho de que durante toda la misa, Harry en ningún momento se inmutó ni siquiera a darle una mirada de lástima o soberbia como siempre lo hacía. Aquello lo hizo llegar a la conclusión de que, verdaderamente, Harry Styles ya lo olvidó y por alguna razón, caer en cuenta de eso le dolía.
