Capítulo 2

9 3 0
                                    



La vista le impresionaba poco como al resto de la tripulación

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La vista le impresionaba poco como al resto de la tripulación. Si bien era una nebulosa mayor a las que había visto en toda su vida, aquella no dejaba de parecerse a muchas otras o eso pensaba. Miró a Ora levantarse y alistarse para salir, aquella figura tenía toda su concentración. Entendía bien cómo se habían dado las cosas y le agradaba. Hasta cierto punto parecían estar para aliviar esos instantes y volver al ruedo más renovados. Sin embargo, seguía una espinilla quitándole el aire cuando le veía abrir la puerta, guiñarle el ojo e irse.

Han fijó la mirada en la pequeña habitación. Espirale había decidido contra todo pronóstico seguir su recorrido hasta Ervole –e un planeta tosco que apenas se mantenía. En cualquier momento sería destruido, lo sabía. Aun así, ese era el punto de Prato.

Y no lo entendía.

Ervole –e era el sitio que había escogido Hugo Mendez cuando decidió desaparecer de la vista de todos menos de Rowane. Como un viejo amigo de su padre, Prato sabía su posición desde hacía mucho tiempo y pocas veces había entablado comunicación con él para respetar su privacidad, cuestión que irrespetaría en ese instante. Eso no dejaba de decirle que era una locura.

Recorrió los largos pasillos de Espirale hasta verse en la zona de lanzamiento. Había sido llamado poco después de ver a Yetre partir e imaginaba la razón. Prato dejaba en claro su interés por que el par viajase con él hasta el planeta. Sentía toda apatía por el sitio, pero si era una orden no se opondría por muy descabellada que le pareciera y que fuera.

Visto desde la distancia en la que se mantenía, el lugar se encontraba descuidado. Ervole estaba pasando por una fase oscura, con lo que comporta, y el sitio de avistamiento de la campaña de Mendez se había perdido en una tormenta. Desagradable pronóstico.

—Lo que se ve en el cielo, no se ve en el suelo —Afirmó Cavany.

Lo encontró frente a la pantalla donde notificaba la situación del planeta.

—Tonterías —zanjó Han.

—No en Ervole –e. francamente Prato y Yetre pueden ir por su cuenta, pero él quiere una tercera mano en caso de ser necesario. Mendez lleva mucho tiempo fuera de radar y desconocemos mucho de ese planeta. —dijo sin dar detalle alguno.

—¿Qué tiene Mendez que nos haga falta? Hasta ahora cada parada ha tenido una razón, esta no tiene ninguna. Estamos muy lejos de Dtar. Sería prudente...

—Tu solo ve con ellos, Joga —convidó Emblant sonriente—. Lo que encuentren ahí ya lo verás.

—Un cadáver —resopló Han.

Emblant mostró una amplia sonrisa pues aun cuando le invitaba a ir creía lo mismo. De Hugo Mendez no se sabía nada en tanto tiempo que era imposible pensar en que siguiera vivo. Al contrario, dudaba si quiera que su campamento aun estuviera intacto, pero entre lo que creía y las reticencias de Prato había un abismo. Cuando se trataba de Mendez, Rowane llegaba a ser bastante cabeza dura. El hombre le había criado luego de que su familia decidiera quedarse en Marte, navegaba entre las estrellas a bordo de Espirale como el chiquillo de los pasillos que hacía todo por el Capitán.

#2 Elaysa: Hijos de EbsartaWhere stories live. Discover now