— Bienvenidos semidioses... ¡griegos y romanos! — La voz de Zeus asi como su rayo azotando el centro de la sala dio la bienvenida a los semidioses. Percy fue el primero en hacer una reverencia, acto que fue seguido por el resto de semidioses. Luego de eso cada dios descendió a forma humana y se aproximó a sus hijos. Todo había sido planeado por Afrodita y Atenea, quienes veían la necesidad de que esta premiación fuera diferente. Ellos necesitaban saber que a pesar de ser dioses también eran sus padres y necesitaban alguna clase de señal de que respetaban su dolor y están con ellos, a pesar de estar limitados por las leyes antiguas.

— ¿Donde esta Lady Artemisa? — Thalia susurraba con el resto de cazadoras tratando de hallar una respuesta al trono vacío de Artemisa. La luna casi no brillaba y era casi imperceptible por la cantidad de nubes oscuras que flotaban en el cielo. Luego de saludar a sus hijos todos los dioses presentes retornaron a sus asientos. Y los que no tenían asiento permanecieron de pie junto a sus hijos.

— Les hemos convocado luego de un mes debido a que entendíamos el dolor que todos experimentaban por la pérdida de hermanos, amigos... Pero no podemos retrasar más esto, porque algunos de ustedes serán honrados con nuevas funciones que son necesarias en este momento... para afirmar la paz, protegerla y vivirla — todos se mantuvieron en silencio. Eso fue una señal para Zeus de que no debía proseguir con más palabras. Dio una señal a Ares para que procediera a premiar a dos de sus hijos.

— Yo seré el primero... Clarisse, Frank... — ambo semidioses dieron un paso al frente mientras el aplauso de la totalidad de semidioses sorprendía a los dioses, quienes no se esperaban una reacción asi. — Ambos han luchado como verdaderos hijos míos... y eso merece ser premiado... Clarisse por tu contribución en la guerra guiando al ejercito griego te ofrecemos la inmortalidad parcial, como el que tienen las cazadoras, aun puedes morir en batalla — Clarisse no sabía qué hacer, ahora entendió porque Percy tardo en contestar cuando se le ofreció la inmortalidad. No quería mirar atrás. Pero casi podía ver la cara de Chris. Y no podía aceptar, no podía dejarlo atrás, no quería. Cuando levanto la vista se encontró con la mirada de Hermes que le sonreía tranquilamente y asentía con la cabeza.

— Acepto... gracias por el honor — se inclinó ante Ares y luego ante la totalidad de deidades reunidas. Ares puso la mano sobre Clarisse y en se momento empezó a recitar un par de palabras en griego antiguo, ella empezó a brillar en una luz roja tan intensa que parecía que era bañada en sangre. Cuando finalmente termino de hablar Ares Clarisse no había cambiado demasiado, pero ahora sus ojos tenían un pequeño anillo rojo, casi imperceptible.

— Frank, debo reconocer que al comienzo dudaba de que pudieras probarte a ti mismo, pero hemos visto que lo hiciste vez tras vez. Para que no tengas que dudar en aceptar tanto a ti como a Hazel se le ofrece la inmortalidad completa con la condición de que os dediquéis a entrenar su cuidar de las futuras generaciones de semidioses en el campamento Júpiter — Frank giro su cabeza para encontrar la sonrisa de Hazel que lo animaba. Asi que no dudo para nada en aceptar.

— ¡Acepto mi señor! — Frank sonrió rápidamente a su padre, quien no se permitió mostrar alguna clase de debilidad como una sonrisa, pero estaba orgulloso de que sus hijos fueran honrados con ese honor.

— La ceremonia de inmortalidad completa es un poco más complicada, asi que lo haremos junto con los demás semidioses que reciban este honor — Frank asintió rápidamente y luego se trasladó al lado de Hazel, quien le sonreía emocionada.

— Katie, Travis y Chris — Hermes llamo haciendo una venía a Deméter, quien asintió y se acercó a los tres semidioses. También fueron recibidos con aplausos — A los 3 se les ha concedido la inmortalidad parcial... siempre y cuando se mantengan al servicio del Olimpo en el entrenamiento asi como en la protección del campamento griego — la elección parecía sencilla al menos para Chris y Katie quien sostenía de la mano a un muy nervioso Travis, que parecía que estaba pasando por una lucha interior si aceptar o no el don de la inmortalidad.

Algunas cosas toman tiempoWhere stories live. Discover now