CAP 23 LA HIERBA ROMPECORAZONES parte 2

50 4 3
                                    

Al día siguiente en Nerima una chica estaba apunto de ser acorralada.

—¿Entonces vas a decirme que tenías esto sin saber realmente que es y para que sirve? —Dijo sentado frente a la plancha del restaurante.

—Ya le dije que no tenia idea, seguramente quien me envía los insumos confundió los paquetes. —explicó la castaña picando los ingredientes que usaría en el resto del día.

—Sin embargo Ukyo alguien con un conocimiento gastronómico como el tuyo ¿podría confundir tan fácilmente las hierbas que comúnmente usa? a decir verdad aunque el proveedor se hubiera equivocado con el simple aroma y color te das cuenta que se trata de otra cosa, ¿por qué prepararlo? —la cuestionó agitando suavemente frente a ella un frasco de vidrio transparente con la infusión.

—He estado muy dispersa estos días, no pongo atención en lo que hago he estado enferma y eso afecta mi desempeño. —se excusó la chica.

—¿Que es lo que tienes Ukyo? Me dijeron por ahí que padeces del corazón, si me permites revisarte me preocupa que tengas algo más grave. —le señaló.

—Doctor con todo respeto prefiero que me siga atendiendo mi médico —respondió incómoda evitando la mirada.

—Entiendo siendo así no me inmiscuiré más en este asunto—dijo levantándose — no sin antes recordarte Ukyo que si sigues bebiendo eso las probabilidades de sufrir un infarto fulminante son altas, y más considerando tus problemas cardíacos.

—¡Ya le dije que yo no consumó eso! —exclamó clavando la espátula en la plancha.

El doctor solo volteó a verla por última vez y salió del restaurante.

—¡Maldita sea Nabiki! ¿Por qué agarraste lo que no es tuyo? Menos mal que Ranma no está o empezará a sospechar que tomó eso para provocarme las arritmias. —suspiró molesta.

—¿A sospechar que? —interrumpió una mujer madura entrando con un paraguas en las manos— ¿Que puede sospechar mi hijo, Ukyo?.

—Nada entendió mal —sonrió acomodando sus ingredientes.

—Sabes yo también conozco esa hierba que mencionó el doctor, hace muchos años un vecino la uso para evitar ser enviado a la escuela militar y tuvo los mismos dolores que Nabiki, y ahora que lo pienso también caía enfermo por largas temporadas —dijo la señora acercándose a la chica en aquella barra.

—No se de qué habla —volvió a sonreír nerviosa.

—Pasó dos años enfermo hasta que su madre encontró el brebaje que le preparaba un curandero, lógicamente tuvo su castigo por engañar a sus padres y poner su vida en riesgo, conozco el aroma y también sé que si se toma por un largo tiempo los pigmentos de las hojas empiezan a cambiar el color de las conjuntivas. —explicó Nodoka de pie a lado de la castaña.

—¡Que no es eso! —insistio la chica dándole la espalda fingiendo preparar algo— mi enfermedad no tiene que ver eso, es la primera vez que escucho hablar de esa cosa.

—Deja de matarte Ukyo, no vale la pena —agregó la mujer girándola hacía ella— Eres demasiado joven y linda para perder todo por nada.

La castaña no podía ocultar el dolor que le causaba ser descubierta de una manera tan fácil.

—Mi hijo sabrá todo ¿Cómo crees que reaccioné al enterarse que ha sido engañado? —le preguntó sosteniéndola firmemente de los brazos.

—No es lo que creen yo de verdad estoy enferma, seguro que Nabiki inventó todo, nunca le he caído bien —insistió la castaña apunto de las lágrimas.

—Se terminó Ukyo, no más excusas —agregó Nodoka— Si no quieres que Ranma te aborrezca no lo hagas regresar, déjalo y termina todo esto de una vez, no puedo pedirte que te marches porque esto es tuyo y has trabajado muy duro para conseguirlo pero si te voy a pedir que dejes libre a mi Ranma. —le advirtió con una voz suave y al mismo tiempo autoritaria.

—No le diga nada por favor yo haré cualquier cosa —pidió la joven.

—Suelta a mi hijo de una vez y no vuelvas a tomar eso Ukyo —le respondió tomándola de las manos— no conviertas que cariño de hermanos que tiene Ranma por ti en resentimiento y lastima.

EN HIRADO

Un pelimorado escribía su primera carta en una bodega llena de costales grandes de arroz, los cargadores iban se un lado a otro llevando en sus hombros los pesados bultos.

—¡Apúrate o no tendrás dónde dormir hoy!—le advirtió un trabajador de la bodega.

El joven guardó la hoja y el bolígrafo en la bolsa de su pantalón y cargó dos costales de arroz.

EN KYUSHU

El ambiente en el gimnasio Tora le resultaba un poco incómodo a la menor de las Tendo por lo acontecido el día anterior.

—¿Irás a ver a tu padre? —preguntó Emiko tomando un poco de agua.

—Quiero saber cómo está si necesita dinero tendría que enviárselo, no puedo dejar las clases y se vienen las prácticas la otra semana. —contestó la peliazul secándose el sudor con una pequeña toalla.

—Llámale a tus hermanas. —sugirió la pelivioleta.

—Lo haré llegando a casa, oye ¿no crees que hay más mujeres que de costumbre? —preguntó mirando a su alrededor.

—Precisamente eso te iba a decir, Yoichi me contó que algunas chicas llegaron a inscribirse porque se enteraron que el invicto entrenaba aquí, algunas vinieron con la esperanza de encontrarse a Ryu. —comentó Emiko.

—¿Y luego? ni Ryoga ni Ryu están aquí —mencionó mirando a su amiga.

—Pues si se dieron cuenta, pero se quedaron por el nuevo maestro que trajo el señor Akiyama. —explicó la chica cerrando su botella de agua.

—¿hablas de Ranma? —Cuestionó extrañada.

—Precisamente. —asintió con la cabeza.
—¿Y tú por qué estás aquí? —entrecerró los ojos esperando la respuesta.

—Bueno yo tengo mis propios intereses —mirando a un castaño que limpiaba las máquinas para hacer ejercicio— además mi hermano me persuadió dijo que seria bueno que tuviera condición para aprender a defenderme por mi misma.

—Cierto deberías aprender a dar un par de golpes.

Akane giró si cabeza hacia el joven de la trenza que platicaba con otro chico rodeados de algunas jóvenes.

Mientras tanto sus hermanas en Nerima discutían lo sucedido mientras comían mirando el televisor.

—No volveré al restaurante de Ukyo nunca más. —indicó mordiendo un pan relleno.

—Eso te pasa por agarrar cosas que no son tuyas, no sabes lo que pueden tener. —dijo Kasumi sirviendo un poco de arroz en un tazón.

—Menos mal que el doctor Tofu estaba presente, es un alivió tenerlo de regreso. —sonrió tomando un poco de té frío.

—Si fue un alivio, pero solo vino a vender su antiguo consultorio.—explicó la hermana mayor.

—Es una lástima —manifestó Nabiki sirviéndose un pedazo de pescado— ¿Entonces ahora si te vas con él?.

La mayor de las Tendo puso su tazón de arroz en la mesa sin responder viendo molesta a su hermana frente a ella. Entendiendo el mensaje Nabiki siguió comiendo y agregó.

—Esperemos no se dé cuenta de lo que has estado haciendo, si no sabrá que aún tienes sentimientos por él.

En el ex consultorio del doctor algo lo tenía bastante extrañado.

—Vaya a pesar de que por fuera se está cayendo por dentro sigue tal y como lo dejé —dijo mirando el lugar.

Kasumi dejó a su hermana viendo el televisor y salió pensando en las palabras de está, el doctor tal vez no se daría cuenta que ella ha estado entrando a escondidas a su viejo consultorio para limpiarlo y mantenerlo intacto, como si eso sirviera para que el tiempo no siguiera avanzando.

La semana pasó y las cartas de Ranma llegaron a su destino, Kuno sonreía sentado detrás de su escritorio con la hoja en sus manos, Nabiki torcía la boca haciendo bola la carta.

EN KYUSHU

Era hora del almuerzo y Akane sostenía su caja de comida sentada en una banca frente a la pequeña clínica de fisioterapia cuando una moto se hizo escuchar acercándome.

—¡Hola Akane! —saludó Yoichi con su mano.

—Yoichi hola ¿Qué haces aquí no deberías estar trabajando en el gimnasio?—se puso de pie frente a la motocicleta.

—Me enviaron a hacer unos encargos y aproveché para traerte esto —dijo sacando un sobre de su chamarra.—Es de Ryu.

La joven tomó el la carta y la abrió.
—Te veré más tarde en Tora. —se despidió dándose la vuelta y arrancando al momento.

El castaño se alejaba en la misma moto en la que Ryu la llevó a la escuela, sin nadie alrededor comenzó a leer las líneas.

Hola.
No sé como empezar ¿Estás bien? ¿No has golpeado a nadie? Yo me encuentro en Karatsu trabajando para un mercader con el que Kanye tenia problemas, me dio la oportunidad de ayudarlo no me paga mucho pero es mejor así ya que vengo a retribuirle, me estoy esforzando lo más que puedo para partir de aquí lo más pronto posible, después iré a Fukushima. No creas que pienso mucho en ti, no tengo mucho tiempo libre para recordar tu voz, ni tú cara, ni tampoco para pensar si está yendo bien en tus prácticas de esta semana, te recuerdo que debes estudiar las vacaciones se acercan y seguro querrás ver a tu padre, ¿Ya no te duele nada? ¿La tipa de rojo ya no te ha molestado? En fin duerme bien y come mucho, no andes sola tan tarde, te llamaré un día de estos al gimnasio.
Por cierto dijeron que podría haber fuertes lluvias en Kyushu no olvides traer un paraguas.

Hasta entonces
Ryu.


Muy lejos de ahí en una pequeña casa sencilla con vista a un cerro cubierto de arboles un hombre de largo cabello largo hablaba por teléfono.

— ¿Cómo pudiste ser tan tonta? Te advertí que tuvieras precaución con la preparación —regañaba sosteniendo la bocina del teléfono— No te preocupes iré a verte talvez pueda ayudarte en algo, no te desesperes ya se nos ocurrirá algo mientras mantén un perfil bajo no queremos que tengas más problemas, bien me despido estaré ahí en la brevedad posible —se despidió colgando el teléfono.

NERIMA

En una casita sencilla y llena de flores un matrimonio tomaba la cena.

—Que decepción con Ukyo jamás imaginé que llegará tan lejos solo para retener a Ranma.—suspiró el hombre calvo partiendo una rebanada de pan— en parte creo que es nuestra culpa por decirle a Ranma que debería cuidar a Ukyo como un hermano mayor.

—Exacto hermano mayor ¿Quién diría que regresarían casados? —contestó la mujer sirviendo más té a su marido.

—Ranma dijo que había encontrado a Akane, debemos avisarle —comentó Genma.

—No, le prometí a Ukyo que Ranma no se enteraría de eso —contó su esposa.

—¡¿Pero por qué proteges a Ukyo después de lo que hizo?! Pudo provocarse la muerte —reclamó sin entender las intenciones de ella.

—Lo hago por él, ¿Cómo crees que se sentiría nuestro hijo al saber la mentira de Ukyo? —suspiró la madre del azabache— Estaría tan decepcionado y molestó.

—Aún así esto no debe seguir de esta manera —insistió Genma.

—Por eso mismo Ukyo dejará libre a Ranma y a cambió nosotros no le diremos nada acerca de la hierba rompecorazones.

—Más vale que lo haga —dijo acomodándose los anteojos.

—Que curioso nombre “rompecorazones” le queda muy bien a la planta, físicamente daña el corazón de la persona que lo consume y moralmente destruye el de aquellos que están alrededor. —señaló la mujer tomando un sorbo de té verde.

Continuará...
























LOS NOMBRES DEL DESEO Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon