Capítulo Único

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Los últimos rayos de sol resplandecían en el cielo mientras la oscuridad tomaba posesión a la misma hora de siempre. Después de tener una reunión con su profesor encargado, la mayor parte de la clase A se encontraba en los sofás frente al televisor, un ambiente tranquilo los llenaba mientras disfrutaban del pan de arándanos que Sato había preparado esa tarde.

— ¡Chicos! ¡Chicas! — entró gritando con entusiasmo el joven repostero. — ¡Adivinen que encontramos!

— ¿Qué encontraron? ¡Cuenten, cuenten! — exclamó contagiada del entusiasmo la pelirosa, saltando en el sofá mientras volteaba su cuerpo para mirarlo.

La habitación quedó en un silencio que sólo era roto por el sonido de las pisadas y gritos de ambos chicos que, si bien evitaban correr porque no querían ser sermoneados por su delegado de clase, caminaban lo más rápido posible para estar frente a todos.

— ¡Dejar esperando por una respuesta no es muy masculino, viejos! — exclamó en reproche el pelirojo, haciendo pucheros.

El lugar se llenó de gritos y exclamaciones en apoyo a lo dicho, esperando con ansias que revelaran lo que había sido encontrado, ganándose un grito de "Dejen dormir bastardos" desde las habitaciones, proveniente del, ahora único rubio, que no se encontraba con ellos.

— Encontramos ésta nota hecha bolita afuera del edificio, ha de haberse caído por accidente — habló Ojiro recuperando aire mientras extendía ante los demás el pedazo de papel arrugado.

Todos se encimaron unos contra otros mientras intentaban leer el escrito en tinta negra sobre éste, fallando en el intento gracias a que ninguno dejaba de moverse y mover a los otros. Harto, Iida se abrió camino entre ellos y tomó la nota de la mano del rubio para leerla en voz alta.

— "Tu sonrisa es lo más hermoso en mi vida. Dime, cuando te vuelva a ver, ¿Volverías a iluminar mis días grises al sonreír para mí?" — recitó, obteniendo bocas abiertas y sonrojos por las palabras que nunca creyeron él fuera capaz de dejar salir de su boca.

— Está firmada por un tal Aizawa Shouta — habló Denki arrebatando de la mano del de lentes la nota, analizándola. — ¿Alguien sabe quién puede ser?

Las miradas de todos en la habitación se dirigieron hacia él con incredulidad, dejando en segundo plano por un momento la razón de la pequeña reunión improvisada.

— Viejo, tenemos casi un año en el colegio, ¿Y no te sabes el nombre de nuestro profesor? — habló Sero con incredulidad, mirando a su amigo.

— ¿Qué tiene que ver el profesor en esto? — preguntó el rubio aún confundido.

— Kaminari, Aizawa Shouta es nuestro profesor — habló por primera vez Momo, ganándose un "¡No puede ser!" como respuesta del chico.

—- En fin... ¡Que guardado se tenía ese lado el profesor! — exclamó con sorpresa Mineta. — Con esa cara que tiene, pareciera que odia todo.

— ¡Yo quiero a alguien que me escriba versos igual de lindos! — dijo soñadora Uraraka, ganándose un asentimiento de sus compañeras que pensaban lo mismo. — Que afortunada la persona de la que está enamorado el profesor.

— Esperen — interrumpió Tokoyami, aún sin poder creerlo. — Entonces, ¿El profesor está enamorado?

— Bueno, no es como que sea alguien sin sentimientos... — murmuró el peliverde, atrayendo la atención de todos. — Además, eso explicaría por qué lo encontré el fin de semana haciendo un pedido en la florería.

— ¿Tú qué hacías en una florería, nerd? — la voz rasposa de Katsuki hizo saltar a varios del susto.

— ¿No ibas a dormirte Bakugo? — preguntó burlón el pelinegro mientras alzaba una ceja hacia él.

¿De quién está enamorado el profesor Aizawa?Where stories live. Discover now