Reina de las serpientes (Traducción)

Capítulo dos

~ hablante de serpiente en parsel ~ § hablante
humano en parsel§
-Pensamientos-
/ Escritura en parsel /
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A MAEVE ALARICA POTTER se le hizo creer que no era más que una carga no deseada. La noche que la dejaron en los escalones de la puerta de su familiar, la colocaron inmediatamente en el armario debajo de las escaleras que sería su habitación.

Petunia Dursley ñee Evans siempre había odiado la rareza de su hermana y el hecho de que ella y su esposo se hubieran hecho explotar y dejar a su hija con ellos la enfureció mucho. Lily Evans siempre había sido la niña perfecta, la hija favorita a los ojos de sus padres. Petunia había estado celosa en ese momento, porque su hermana menor lo tenía todo. La belleza, el cerebro y la magia.

Entonces su hija, Maeve Potter, nombre extraño con un segundo nombre aún más extraño, fue abandonada con ellos. Ella era una copia al carbón de su padre con los ojos de Lily. La pequeña mocosa era un bebé hermoso (incluso cuando tenía una cicatriz en forma de rayo en el lado derecho de la frente por encima del ojo), piel perfectamente pálida con un brillo rosado natural, labios llenos y fruncidos, una nariz pequeña y rizos gruesos que llegaban justo debajo de su barbilla. Y sus ojos eran de un verde deslumbrante enmarcados por pestañas gruesas que revoloteaban suavemente cada vez que parpadeaba.

Agregue al hecho de que para cuando tenía 3 cosas extrañas comienzan a suceder. Por supuesto, Petunia sabía que la mocosa no tenía ni idea de lo que había hecho, pero eso no significaba que ella y Vernon no lo detendrían mientras pudieran. Petunia se aseguró de que la niña aprendiera a cocinar y limpiar adecuadamente porque seguramente el monstruo solo sería útil como sirvienta que cualquier otra cosa.

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Maeve sabía que ella era diferente a sus parientes. Ella podía hacer cosas que ellos no podían. Obviamente ella sabía que era especial, ¡debería ser la que estuviera a cargo! Ella tenía los poderes y todos los demás eran mundanos.

Parásitos asquerosos y repugnantes que estaban muy por debajo de ella.

Ella entendió que podía hacer que sucedieran cosas cuando estaba enojada o molesta. Ahora todo lo que tenía que hacer era aprender a controlarlo, para que sucediera a propósito. Y luego, ella les mostrará a esos mundanos normales y patéticos dónde estaba su lugar. Les haría ver cuán por encima de ellos estaba.

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Maeve (6 años)

Una niña, aparentemente no mayor de 4 años, se sentó de rodillas en el calor abrasador arrancando las malas hierbas del jardín en el patio trasero de su tía Petunia. Una fina y fina capa de sudor cubría su frente, goteaba y le escocía los ojos. Espinas apuñalando sus palmas y dejando pequeños rasguños atrás.

La ropa no hizo nada para ayudarla a refrescarse bajo el sol ardiente, ya que una vez pertenecieron a su prima con sobrepeso y, por lo tanto, colgaban holgadamente sobre su delgada y pequeña figura. Afortunadamente, su cabello largo y rizado, que generalmente caía por debajo de los omóplatos, estaba recogido en una cola de caballo apretada y desordenada con un lazo de pelo improvisado. Entrecerró los ojos mientras arrancaba las últimas malas hierbas.

Finalmente se acomodó sobre su trasero y usó el cuello de su camisa para limpiar su cara sudorosa. Maeve miró por encima del hombro y hacia la casa, tenía muchas ganas de agua. Tenía la boca seca y se sentía un poco mareada. Un suspiro salió de su boca cuando temblorosamente se puso de pie.