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Începe de la început
                                    

—El desayuno está listo—Tae aludió sentándose en cuanto Jimin lo hizo, aún buscando respuestas fue que decidió iniciar una diminuta charla, en lo que Jimin se animaba a contarle lo que sucedía.

—Umhh—angustiado Jimin miró el platillo servido frente a él, no quería ser grosero pero las palabras no resbalaban con facilidad provocándole una mueca—Gracias Taehyung.

La “pareja” se dedicó a degustar su desayuno platicando ambos evitando el tema principal. Quedaban dos días alado de Jimin, y a Jimin le quedaban dos días para soportar a Taehyung.

Los días transcurrieron demasiado rápido, aunque no lo quería admitir estaba ansioso de estudiar en una universidad diferente a la de Tae, sin embargo era algo que pasaria en cualquier momento, tomo aire haciendo que se juntara en sus pulmones lo solto y sonrió disimuladamente de nuevo.

—Serás el mejor pintor o el mejor violinista, no te preciones —dijo Park tomando su leche de chocolate.

—¿En verdad crees qué pueda?—se cuestionó más que nada a él mismo, aunque también quería saber la opinión de su novio.

—Claro que lo creó, Tae, eres un artista destacado, el violín lo tocas increíble no dudo que  puedas lograrlo—afirmó Jimin sonriendo esa vez de forma honesta.

—Eso es verdad amor...—sonrió un poco convencido, tragó su fresa y volvió hablar—Estoy seguro que tu también serás el mejor artísta, eres perfecto en lo que haces, cuando te propones algo lo logras, puedo decir que a veces te tomo como ejemplo, para mi tu eres alguien que presta mucho empeño a lo que hace —añadió con un chillido de alegría.

—¿En verdad me vez como tu ejemplo?— Jimin pregunto tímido

—A pesar de que nos llevamos por un año eres una fuente de inspiración, y un ejemplo a seguir— Tae concluyo, dejo un beso en la mano de éste Jimin alejo su mano y la oculto lejos de su agarre—¿Qué fue eso?.

—Detente Taehyung, por favor—sus ojos no tardaron en enrojecerse y quebrarse decepcionado por haberlo hecho enfrente de quién un día le juro amor eterno.

—No entiendo nada, Jimin, hablemos de lo que te tiene asi, ya enserio —Tae suspiro inflando sus mejillas dejo su plato de lado y enfoco toda su atención en el rubio.

—Taehyung, ¿sientes algo por Jungkook?—la pregunta fue directa que hasta se atraganto, escupió la leche negando con agilidad y eso quebró más la caja de cristal donde Jimin permanecía.

—¿Amarlo? ¿Es enserio amor?, ¡Para nada!, Yo te amo a ti—Taehyung alardeó incrédulo Jimin jadeo cubriendo su rostro, no quería llegar a esto sin embargo se le empujó, la caja que prevaleció sobre la esquina de una mesa cayó, estrellandose y reventándose en millones de pedazos Jimin se podía ver caminando sobre los vidrios clavándose cada uno sobre la planta de los pies.

—¡No me sigas mintiendo!—Park grito desgarrando su garganta, ni siquiera esos vidrios imaginarios dolerían tanto como las palabras del que un día fue su mundo entero.—Te escuché, lo escuché, Taehyung, ¿Acaso todo este tiempo he sido un maldito remplazo?.

El susto se incremento llegando hasta su rostro luciendo más pálido de lo normal, Tae se puso de pie queriendo sujetar entre sus brazos a Jimin y darle a creer que se equivocó que al único que amaba ahora era a él.

—Jimin, Jungkook y yo no somos nada, solo hemos sido amigos, grandes amigos desde la infancia—Se excusó acortando la distancia tomó las diminutas manos de Jimin entre las suyas y le dedicó una miradas, misma que Jimin no logró interpretar.

—Tae, por dios, ese chico no te veía como amigo, estaba enamorado de ti, ¿Es que acaso te gusta herir a la gente?.—los reclamos de Jimin y la forma tosca en la que lo apartó le hizo resbalar cayendo directo al suelo, dolió tanto como si hubiera sufrido un accidente automovilístico.

—¡Está bien!, ¡Si le gusto desde que éramos mejores amigos!, Pero eso no quiere decir que siga siendo lo mismo, han pasado años, por dios Jimin—el nombrado siseó apartándose de su campo visual trago aire buscando componer su postura cuando lo logro limpio las lágrimas que brotaban de sus ojos.

—¿Fui su remplazo?—la voz quebrada de Jimin haciendo la misma pregunta de minutos atrás re apareció, ni siquiera Taehyung entendía si lo fue o en realidad se enamoraron.

—¡No!—nego ejerciendo un ademán con sus manos desesperado, suspiro y prosiguió—en verdad me enamore de ti, al inició no te tenía una respuesta sincera, pero me enamoré, jamás te usaría, ¿no pienses que te use de acuerdo?—las palabras fueron arrastradas aunque Jimin buscará una pizca de realidad en ellas nada aparecía atormentando más su frágil y roto corazón. 

El aire que un día ambos juraron siempre soportar ahora mismo les sofocaba, la muralla que construyeron entre ambos comenzaba a caer, las espadas que usualmente usaban para defenderse de otros ahora parecía ser el arma más letal entre ellos, un corazón pisoteado de la forma más horrenda sobre el suelo y otro sintiéndose egoísta por ni siquiera tener dolor del daño de su próximo final.

Jimin trago duro limpiando sus lágrimas, dió un suspiro subiendo de nuevo en busca de su ropa cuando la tuvo entre manos en una mochila que siempre dejaba en aquella morada se la colgó, no se seguiría humillando, no planeaba escuchar más mentiras, el amor que juraron tener se esfumó como el humo de un cigarro.

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La tarde descendió obligando al brillante sol ocultarse, Taehyung miró a la nada a punto de abordar el tren que le llevaría directo a Seúl, esperaba que Jimin apareciera y se despidieran como debió ser desde el inicio, ¿Por qué quería actuar así de egoísta?, tal vez debido al respeto a su amistad, si es que aún existía, no terminaron formalmente seguro eso le dió una esperanza de verlo ahí en este momento.

—Después de mucho tiempo me iré —murmuró recargando se en la pared, sujetando entre sus manos un cigarrillo —Aquí termine de crecer —suspiró mirando la estación repleta de gente esperando el tren—Aquí conocí a Jimin —miro el humo mezclarse con el viento, tantas experiencias, tantos recuerdos así como de su infancia como de su adolescencia, bastantes risas, demasiadas lágrimas, aquí en Daegu floreció, claro que él había nacido en Daegu pero su madre se lo llevo a Seul y vivio allá hasta sus diez años, su accidente le había regresado aquí, su lugar de origen, casi diez años viviendo en Daegu no se olvidaban rápido, sus pocos amigos tampoco, era un nuevo escalón para su éxito, sin embargo aun tenía miedo, miedo a no poder ser suficiente.

Terror de no encajar con la gente, miedo de ser rechazado por su falta económica, todo se estaba juntando en su pecho, pros y contras, negativo y positivo, tomo aire para calmarse, llegando a Seúl buscaría un trabajo de nuevo, tenía que iniciar de ceros, bien dicen que el cambiar tu forma de vida de una manera tan repentina trae consigo varios cambios ¿no?. A últimas ¿que puede salir mal?.

Más bien dicho; ¿que no saldrá mal?...

𝓓𝓝𝓐  ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum