Capítulo 32: "¿Ignorarlo y olvidarlo?".

36.1K 1.2K 204
                                    

Segunda Temporada.


Al llegar a casa. Entré directamente a mi habitación, me encerré allí y comencé a llorar. ¿Por que tenía que pasarme esto a mí? Me embaracé con solo 16 años... apenas se como cuidar a Haley, y lo peor es que luego de unos meses de dar el parto, Ross aparece como mi nuevo maestro en mi escuela.

Sollocé y enterré mi rostro en la almohada.

Pude escuchar que alguien introducía algo en la cerradura. Voltee para ver a Camila entrando a mi habitación. Volví a recostarme de la forma anterior. 

-Tranquila.- Se recostó a mi lado.- Todo estará bien.

Sorbí mi nariz.

-¿¡Crees que todo estará bien!? ¡Nada esta bien, Camila! Me involucre con mi maestro, salí embarazada, escapamos de nuestras casas, vivimos ahora en New York, y cuando todo parece estar bien, viene el y... y...

Estallé en llanto.

Camila me abrazó fuertemente.

-No llores, piensa en lo positivo, tenés una hermosa hija, y aún puedes seguir con tus estudios...

La miré sin comprender.

-¿Querés que siga yendo a la Universidad sabiendo que Ross enseña química allí? 

-Vas a tener que hacerlo, ya casi terminamos el año, no podés retirarte ahora y vos lo sabés perfectamente.

Asentí.

Suspiré ondamente.

-Tenés razón pero... no puedo volver a ir a química.

Camila hizo una mueca.

-Vas a tener que ir... vas muy mal en esa materia... ____, acéptalo, aunque evites a Ross, algún día se verán cara a cara, en ese momento tienes que... Ignorarlo y olvidarlo.

¿Ignorarlo y olvidarlo?

Aunque..

Era cierto.

Aunque lo evite... algún día tendría que verlo.

Y mis sentimientos despertarían...

Odio, rencor, tristeza, ira y tal vez... algo de amor.

Cerré mis ojos haciendo que unas lágrimas cayeran.

-Y tendrá que enterarse de Paige.- Susurró.- Tal vez no se entere de que ella es su hija, pero te preguntará quien es ella, y tendrás que decirle la verdad.

Eso es lo que más me dolía.

Lo que me quedaba claro es que Paige no tiene y no tendrá padre.

Mi teléfono comenzó a sonar, limpié mis lágrimas, me estiré y lo agarré.

Era Ian.

Conteste y me lo puse en la oreja.

-¿Hola?

-¡Joder ____! ¿¡Donde diablos estás!? 

Suspiré.

-En mi casa.

Respondí cortante. Le indique a Camila que era Ian el que me llamaba.

-¿Y por que estás ahí? Faltan 6 clases más el refrigerio...

-Ian... no creo que lo entiendas... no me encuentro muy bien de ánimo y regresé, prometo explicártelo todo, luego, ¿Vale? 

Camila me guiño un ojo.

Sexo con mi profesor | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora