ボクい 𝘴𝘩𝘦.

65. "our spot2"

Cuanto más le quería, más sufría. Eso era lo único que Richie podía pensar, mientras Eddie le hacía dibujos en el brazo con un rotulador.
Estaban sentados en el suelo del bosquecito al que siempre solían ir con sus respectivos grupos de amigos. Habían encontrado una parte más alejada en la que nunca habían estado, y decidieron nombrarla como su sitio –aunque sabían que realmente no les quedaba mucho tiempo para estar juntos–.

—Mira. —Murmulló Eddie, señalando el dibujo de una fresita con falda que le acababa de dibujar. —Soy yo.

Richie rió y tomó las mejillas del castaño, dándole un beso casto en los labios. Acarició los dibujos que el más pequeño le había hecho y sonrió enternecido;

—Me gustan mucho, Eds. —Dijo, haciendo a Eddiep reír flojito. —Eres un artista.

Eddie se abrazó a su brazo y escondió la cabeza ahí, moviendo su cuerpo al reírse, Richie le acarició la cabeza con la mano del otro brazo y le dio un besito ahí. Sacó su móvil y le hizo una fotito a su brazo lleno de dibujitos y a Eddie apoyado en él.

El móvil del moreno vibró, haciendo que los dos se tensaran, un mensaje de su madre apareció en la parte de arriba del teléfono y Richie rió irónicamente.

— ¿Qué pasa?

—Mi madre. —Movió su brazo para pasarlo por detrás del castaño y abrazarle. —Diciendo que tengo que recoger la ropa.

Eddie tembló un poco, mirando a Richie a los ojos. Murmuró; — ¿Qué vamos a hacer?

—No lo sé. —Bufó. —No lo sé.

Apagó su móvil y lo guardó en su bolsillo. Movió a Eddie, poniéndolo en su regazo, y quedando frente a frente. El castaño sintió sus ojitos llenarse de lágrimas y le abrazó fuerte, quedándose ahí y sintiendo las manos de Richie metiéndose por debajo de su camiseta para sentir su piel. Eddie aspiró en el cuello del moreno, sintiendo el olor de éste meterse por su nariz. Sollozó, haciendo que Rich negara con la cabeza suavemente y lo pegara aún más a su cuerpo.

—Vamos a estar bien, ¿vale? —Susurró Richie. —Te lo prometo.

Eddie lloró más fuerte, sintiéndose agobiado, Richie era bueno con él y le quería demasiado como para acostumbrarse a no estar juntos. No sería capaz de aguantarlo. Pero tenía que.