Capitulo 25

31 17 1
                                    

Nos acercamos lentamente hacia la cabaña que tenia la puerta abierta, Marco tenia una cicatriz en su cara debido al golpe que le di con una barra de metal, aquel día que Estrella asesino a mi hermana. Se veía molesto casi como un enfermo mental, sostenía a Mari del hombro y le decía: 

- Asi que tu eres mi hija, no eres ni la mitad de lista que yo soy, eres igual de inútil y miedosa que tu madre.

Mari no lograba entender lo que el decía, lloraba y gritaba de la desesperación, Marco abofeteo con fuerza a Mari para que dejara de gritar, la persona que se suponía que debe de darle protección y amor, la estaba lastimando de una forma tan vil que apenas y podía creer que llevaban la misma sangre. Ese era el gran secreto que Rosa intentaba evadir, Elena y yo, nos fuimos hacia una ventana para observar todo de una manera sigilosa, Estrella no se encontraba en ese lugar, era muy extraño que hubiera estado ahí con el, Marco coloco a Mari en una silla, ella tenia un rostro de miedo que no podía disimular, lo vi sacar un arma de su bolso, cuando estaba a punto de recargarla para disparar, una mujer lo empuja y cae al piso, toma a la niña y sale corriendo, se escuchan dos disparos hacia la pared, me había olvidado de mi padre, corrí hacia una cabaña y no había nada, justo el estaba tirado entre los arboles con golpes en la cara, me acerque para verlo mas de cerca, aun respirado, solo se encontraba débil.

- Cinthia quédate con mi padre, debo de ir por Mari

Elena asentó con la cabeza, corrí sin encontrar rastro de alguien, un anciano vestido de negro apareció a unos metros de mi, tome un trozo de madera por si este intentaba hacerme daño, pero solo se me quedo observando, y me señalo con su dedo hacia una dirección, no sabia si aceptar la indicación que me estada dando, justo en su puño tenia el mismo tatuaje que tenía Estrella sobre la sociedad de lechuzas lo cual me dio mucha desconfianza, corrí hacia dicha dirección y de inmediato me encontré a una mujer corriendo con Mari, Marco sangraba de su cabeza y me identifico rápidamente.

- Amiguito...así que me encontraste, me dejaste un recuerdo justo aquí - me señalo su cabeza

- ¿ Por que quieres matar a tu propia hija?

- Hay cosas que no entenderás ni aunque te esforzaras por hacerlo, no todos los que han sufrido tienen el valor de ver la vida con buenos ojos

- Esa no es la única solución

- No vengas con tus cátedras de buena persona, justamente tu, alguien que pensó que el mundo giraba alrededor de tus propios problemas

- Yo nunca hice eso - se acerco lentamente hacia a mi y me reto con la mirada, me dio un puñetazo en la cara, el golpe fue tan duro que caí al suelo

- Tu definición de belleza siempre se limito a algo superficial, tu soledad no fue tan seca como la mía, solo eres una persona mas, una puta ilusión

- Si tanto dices eso, porque no terminaste con esto desde un principio

- Porque no iba a sentir la satisfacción que tengo ahora

- Porque no iba a sentir la satisfacción que tengo ahora

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
La historia de dichos amaneceresHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin