Mil y un noches de desveló

casi llega la primavera

En la ciudad del olvido, llueve, el viento parece querer romper cada edificio y árbol que se cruce en su camino, Las hojas de otoño no hacen más que adornar esta triste postal, aquella que revela un corazón roto y abatido por el cansancio eterno de no ser una opción, el clima no ayuda para dejar de pensar, desconectandome, Las fuerzas son escasas, e intento ocultar todo debajo de mis ojos, que ya tienen de visitantes unas ojeras permanentes, ansio la primavera, como si fuera a cambiar algo, como si la culpa y el dolor pudieran borrarlo las flores y pájaros, nada es como quisiera, no soy el indicado para arreglar aquello que pensé haber roto, otro quizás lo haga, y a él, lo sustituirá alguien más, en una cadena incesante de amantes desastroso, estúpidos por decir poco, personas que sueñan con poder calmar una tormenta que les destruirá hasta los huesos y sentimientos, por mi parte, no pienso advertirles, solo me voy alejando con el viento que se lleva las hojas y recuerdos vividos