Déjame acariciar tu rostro,
recorrer tus labios con mis dedos,
admirar con calma el brillo de tus ojos
y percibir de cerca
el aroma de tu piel.
Déjame estar tan unido a ti,
que tu respiración sea un sutil susurro
del amor que sientes por mí.
Déjame cantarte al oído,
una y mil veces,
aquella canción que escribimos,
la que me acompaña
antes de dormir.
Déjame confirmar de nuevo
que existes
y no sólo eres fruto de mis sueños;
déjame recordar que eres
tan real como el corazón
que no para de latir.
Déjame quedarme a tu lado,
hoy, mañana y siempre;
de tal forma que seas
como el agua o como el aire,
indispensable para vivir.
Déjame abrazarte despacio
y recuerda...
Nunca me dejes partir.
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Mil y un noches de desveló
PoetryPues aquí no hay mucho que contar, solo tengo una petición para ti, mi querido o querida amiga, lee este libro cuando te sientas solo, cuando sientas ese nudo en la garganta que no te deja ni pronunciar una palabra ya que en ese momento podrás enten...
