Epílogo

35 9 8
                                    

Amapola

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Amapola

Cerré mis brazos, cayendo al suelo de rodillas, destrozada hasta lo más profundo. Lágrimas se deslizaban por mis mejillas enrojecidas, y un descontrolado llanto quería impedirme gritar, pero no se lo permití. Lo sombrío de la zona me rompía más, mientras que el florecer entre rosado y púrpura me otorgaba vida una vez más, aunque no la quería conservar.

Ella... ¿dónde estaba ella?

—¡Hyacinthas! —Liberé lo que estaba atorado en mi garganta, mientras más y más humedad me cubría la cara—. Por favor regresa —susurre contra el suelo—, ven a mí. Regresa, dime que éste solo ha sido otro de tus engaños, para que tomes mi mano y huyamos juntas de aquí. —El dolor en mi estómago se intensificaba—. ¡Dímelo! —Golpeé el césped, furiosa, hasta no poder más—. Por favor, vuelve...

Pero no regresó.

Siendo así, supe que no tenía más opciones y, de mi rizado cabello, saqué esa pequeña botella translúcida que le robé a mi amada en la madrugada, después entrelazar nuestras alma a través de nuestros cuerpos. Me detuve a observar la botella en una de mis manos, detallé aterrorizada lo rosáceo del líquido dentro de ésta, en lo que recordaba esos efectos que podría causar en mi si lo bebía en su totalidad. No obstante, ignoré aquel terror y, cegada al completo por las ansias de recuperarla, quité el corcho. Ingerí hasta la última gota en esa botella, y mi cuerpo pereció.


[❀]


—Hyancinthas —expresé, conmovida, cuando, después de mucho tiempo, mi alma pudo ver entre las demás y encontrar a la de ella, de espaldas en la oscuridad. Pero, al girarse, se mostró confundida—. Soy yo, Amapola.

—¿Quién? ¿Quién dijiste eres? ¿Quién dijiste que soy?

No parecía reconocerme, ni reconocerse. Cuánto me dolió estar consciente de ello. La mirada se me cristalizó y, acariciando su mejilla, le respondí a ella.

—Solías ser mi flor.

—Solías ser mi flor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La flor de AmapolaWhere stories live. Discover now