Mi Dulce Tormento.

Capítulo 14. Lazos rotos. pt.2

Hola perdón por la larga espera, pero ya está al fin el capítulo, lamento haber tardado tanto pero hice lo que pude, espero que les guste y tomen sus pañuelos.
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Al fin se llega el día de la reunión de los amigos de Zhan y Yibo dirige una última mirada a su reflejo en el espejo para darse los últimos toques de maquillaje y así verse perfecto ante todos, principalmente cuando se encuentre cara a cara con quien él considera su rival.
—Bien creo que ya más nada se puede hacer.

Baja las escaleras y camina hasta salir de su casa, ve a Zhan que se dirige a su camioneta y llega hasta su lado.
—Hola gege. –Lo saluda en un tono coqueto y Zhan lo mira con detenimiento un momento.
—Hola Yibo, te ves increíble.
—Gracias, tú también te ves muy bien. ¿Nos vamos?.
—Si, espera. –Busca dentro de su auto y saca un chaqueta la cual coloca sobre sus hombros. –Listo asi no tendrás frío.
—¡Zhan que tontería! ¡ni siquiera hace frío!.
—Esta corriendo aire fresco y está nublado porque lloverá durante la noche y no quiero que te enfermes.
—Te comportas como mi madre.
—Que feo.
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"Después de un rato al fin llegan a su destino, suben un par de pisos por las escaleras y cuando llegan frente a la puerta del departamento del amigo de Zhan, a Yibo le entran los nervios de repente.
—Zhan espera. –Lo detiene antes de tocar la puerta.
—¿Qué pasa?.
—¿Me veo presentable?.
—Claro que si Yibo, ya te había dicho que te veías bien.
—Pero es que...
—Ya deja tus nervios. –
Toca la puerta y casi de inmediato abre una joven de piel blanca, cabello negro y delicada belleza que hace que Yibo se sienta algo apenado además de celoso.
—¡A-Zhan al fin llegaste!. –Le da un fuerte abrazo el cual Zhan corresponde y Yibo gruñe enojado en respuesta pero Zhan finge que nada ocurre. –No sabes cuánto gusto me da verte.
—Si ya me imagino, ¡Ya suéltalo gata infeliz!¡¿Quién demonios eres?!. –Gruñe el lobo de Yibo en sus adentros mientras este le clava la mirada con furia a Qin.
—A mi también me da mucho gusto verte A- Qin.
—¡Es ella!. –Dice frustrado su lobo otra vez.
—A-Qin mira te presento a Yibo, Yibo ella es Qin mi amiga.
—Mucho gusto. –Dice seriamente sin quitarle la mirada de encima para lograr intimidarla como ha hecho muchas veces con otras personas sin embargo a ella parece no importarle e incluso se ríe.
—Mucho gusto, Jajajaja ¿porqué me miras así?. Gege tu novio es extraño. ¿Si sabes que no voy a quitartelo verdad?.
—¡Se río en nuestra cara! ¡Yo la mato!. –Grita el Omega en su interior pero Yibo lo frena intentando controlarse. –Cálmate y respira. –Se dice a si mismo.
—No le hagas caso A-Qin, mejor pasemos adentro.
—Si, adelante pasen.–Se hace a un lado para dejarlos pasar y Yibo no deja de mirar con enojo.
—¿Y Darren donde está? ¿No tendría que estar él aquí para recibirnos? ¿Acaso tu alfa no te controla?.
—¡Yibo!. –Zhan lo reprende.
—Solo estoy preguntando, ¿acaso tiene algo de malo?.
—¡Estoy aquí no tienes porque armar un escándalo por nada!. –Llega detrás suyo y lo mira un tanto ofendido por el tono de voz que ha utilizado Yibo parándose frente a este junto a su novia.
—Disculpalo Darren, es que él no está acostumbrado a tratar mucho con otras personas. Y tu también A-Qin, perdonalo si te ofendió. –Se inclina por respeto y Yibo se enoja.
—¡Tu no tienes porque disculparte! ¡Ella es quien se debe disculpar por abrazar a quien no debe! ¡Es una...!.
—¡YA CÁLLATE!. –Lo reprende una vez más pero con enojo haciendo que no continúe diciendo cosas que no debe. –Escúchame bien Yibo, si continúas con tus tonterías y tus absurdos celos, ¡te mando de regreso a tu casa y te quito la marca temporal que tienes para siempre!.
—¡Pero Zhan yo soy tu Omega y no tienes porque andar haciendo esas cosas, si quieres abrazar a alguien tiene que ser a mi no a tu ex!. –Zhan lo toma del brazo y lo lleva hasta una esquina para hablar.
—Ella es mi amiga y yo puedo abrazar a quien se me dé la gana por lo que no tengo porque pedirte permiso, así que déjate de tonterías que no estás en tu casa para comportarte como se te antoje y decir cosas que no debes.
—¡Pero...!.
—¡Basta ya!. Deja de ser tan mal educado y compórtate por una vez en la vida, no me hagas pasar más vergüenza por tu culpa. Ahora disculpate.
—No quiero.
—¿Qué dijiste?.
—¡Que no quiero! ¡yo no tengo porque disculparme, ella es quien se está metiendo en nuestra relación fingiendo inocencia cuando ya tiene a su propio alfa.
—No sabes cuánto me arrepiento de haberte invitado a que vinieras conmigo. Si no vas a comportarte sera mejor que te vayas de una vez. –Se da la vuelta y se aleja de él."
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