Capítulo 21

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Estaba afuera del instituto quería respirar un poco.

-¿Te vas tan pronto?- Dijo el Sr. Müller a un lado de la puerta de salida.

-Si, ando un poco cansada- conteste.

-¿quieres que te lleve?- Pregunto.

-Creo que es mala idea, hoy hemos dado un gran espectáculo adentro y lo que menos quiero es causarle problemas- Respondí.

-Me debes un baile- dijo.

-En verdad disculpe, no debió apostar tanto dinero por mi- dije avergonzada.

-Valió cada centavo, te ves maravillosa esta noche- dijo acercándose a mi.

-Dejame llevarte a casa- insistió. Estaré muy tranquilo si yo te llevo.

-Esta bien- accedí.

-¿Tienes frío?- Pregunto mientas me ponía su abrigo.

-No, estoy bien- dije intentando negarme.

-Entonces ¿por qué tiembla?- Pregunto.

Me dejo sin palabras y me llevo a su auto, me abrio la puerta, me puso el cinturón de seguridad, dio la vuelta y se sentó a mi lado.

-¿Ya cenaste?- Pregunto.

-Si- Respondí sin mirarlo.

-Entonces ¿no tienes hambre?- volvió a preguntar.

-No- Respondí mirando hacia la ventana.

-¿Me estas mintiendo?- Pregunto.

En verdad si le mentía, moría de hambre pero solo quería llegar a casa. 

-¿porque estas poniendo tanta resistencia?- Pregunto.

-Porque no quiero volver a caer en sus encantos- Respondí.

-Dejeme llevarla a comer esta noche, sin ningún tipo de compromiso, como simples .... amigos- dijo después de pensar mucho la última palabra.

-¿Eso somos ahora?- pregunté.

-¿que quiere que seamos?- Pregunto.

-Dejemos ese término por ahora- Conteste.

Llegamos a un restaurante muy pequeño pero muy bonito, el que fuera pequeño no era impedimento para estar lleno, al entrar todos se nos quedaron viendo, era la única con disfraz en el sitio, tomamos asiento.

-¿Estas comoda? - Pregunto el Sr. Müller.

-Si o eso creo- dije sin aguantar la risa.

El también sonrió y eso me dio mil años de vida, el también disfrutaba este momento.

-Eres la mas bella del lugar, así que no solo te miran por tu atuendo, pobre de los hombres que te vieron al entrar, sus acompañantes no se ven muy felices- dijo el Sr. Müller riendo.

-Creo que están a paz, muchas se quedaron viéndote a ti- dije mientras el mesero nos entregaban la carta.

Pedimos pasta y de acompañamiento té y el Sr. Müller vino.

Reímos durante toda la comida y todos en el restaurantes nos miraban, pero no me importaba, realmente disfrutaba el momento, al terminar de comer el Sr. Müller pago y nos dirigimos hacía la salida.

-¿Quieres ir algún otro lugar?- Pregunto.

-Me gustaría ir allí- señale una tienda de artesanías.

-Vamos- dijo y nos dirigimos hacía la tienda.

Al entrar habían muchas cositas, collares, libros, esencias, velas aromáticas entre otros, la señora de la tienda se acerco a mi y empezó hablarme me una pulsera que estaba observando.

-Sí, Profesor!Where stories live. Discover now