Capítulo 5

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Llegó el día sábado y Nessy se alistaba para la fiesta de Eric.
Yo me la pase leyendo, ordenando mi cuarto y haciendo las tareas.

Nessy se arregló muy bella para ir a la fiesta, un vestido plateado y unos tacones muy altos negros, ella puede ser modelo si quisiera.

-Cam debes empezar a salir, me preocupa que estes tan sola- me dice Nessy.

-El que este en un país diferente no significa que deba cambiar lo que soy. Conteste

-De eso se trata Cam, de salir de tu zona de confort. -Dice Nessy muy seria. Ponte algo lindo y acompañame, no hemos pasado casi tiempo juntas y no quiero que sientas que te abandoné. Dice con dulzura.

-No lo sé, sabes que no soy de ese tipo de ambiente. Dije con pereza.

Nessy se adentró en mi guarda ropa y me saco un vestido corto que tenía, unos Tacones altísimos negros que no me ponía desde el día de mis 15 años y me obligó a ponérmelo. -No quiero- dije chillando.

-No aceptó un no, ponte bella y ven a mi cuarto. Me dijo y se giro hacia su cuarto.

Me bañe, me puse la ropa que Nessy me escogió y me mire en el espejo, no puedo creer que ella me obligue hacer esto! Salí de la habitación y Nessy saltaba de emoción, -Te ves hermosa, ven te terminó de arreglar- dijo mientras me arrastraba a su habitación.

Ella empezó a maquillarme a ponerme accesorios y en ese instante sonó el celular de Nessy, Eric ya estaba abajo.

Nos dirigimos hacia la puerta y Eric nos saludo, no paraba de mirarnos.

-Se ven Espectaculares- van a ser la sensación de la fiesta.

Nos montamos al carro y fuimos a la casa de Eric, era una casa muy grande, el nos comentaba que sus padres estaban de vacaciones así que aprovechó para hacer la fiesta.

Nessy bailaba con Eric, todos la miraban pero Eric marcaba territorio.

Habian muchos chicos, hasta de otros colegios, todos bebían y gritaban.

Yo me aburrí así que me acerque a Nessy y me despedí, ella no quería que me fuera pero sabia que no era el tipo de cosas que me gustaban, ofreció pedirme un uber pero me negué.

Salí de la casa de Eric y en realidad quería caminar un poco, sentir el viento frío soplar y conocer un poco Canadá.

En ese momento sonó mi Celular, así que revise quien era, no era un número que tenía registrado y era de aquí de canada por su código.

-Buenas noches- conteste.
Escuche un ruido pero no entendía dado la bulla que había de la fiesta.

-Dame un segundo, espera me ubicó mejor para escucharte. Dije para que no me colgara

Unos pasos más afuera de la casa volví a hablar al celular.

-Hola, ¿quién habla? Dije

-Hola Señorita Vélez soy el Sr. Müller.

-¿El Sr. Müller? Dije sorprendida

-Si, si sabe ¿quien soy?¿verdad? Contesto, Tu profesor de Física.

-Hola Sr. Müller, si se quién es pero me tomo por sorpresa. Dije

-Entiendo, solo quería ofrecerle una disculpa en verdad no termine la plática con usted ayer - Dijo con un tono sueve

-No se preocupe Sr. Antes muchas gracias por su atención. Dije

-La quería invitar a comer algo esta noche, pero veo que esta ocupada. Dijo triste

-No, no estoy ocupada. Solté rápidamente

-Excelnte -dijo -Te recojo en tu casa. Soltó el

Acaso estaba emocionado o se sentirá en la obligación de hacerlo por lo que pasó

-Sr. No tiene que, yo estoy bien ademas no tiene la necesidad de hacer esto, no fue su culpa Sr. Si así lo siente. Dije en tono triste. Ademas no estoy en casa.

-No es una obligación, quiero pedirle una disculpa, aceptela por favor ¿donde está? Me dijo

-En la casa de un amigo, pero no se direcciones, si quieres te mando la ubicación en tiempo real. Le contesté

-Por mi bien, espero su mensaje Señorita, no me deje en la espera. Te veo luego, dijo.

-Si Sr. Aquí lo espero. Dije y se colgó la llamada.

Aún no creía lo que acababa de pasar, ¿cómo consiguió mi número? No, acaso eso importa ME INVITÓ A SALIR mi corazón latía a mil por hora, tal vez solo quiere senirse tranquilo y yo esroy exagerando.

Pasaron unos cuantos minutos, el Sr. Müller llego en un Mercedes-Benz muy lindo, el se baja el carro y me mira detalladamente y me presta su abrigo.

-No Sr. Müller no hay necesidad. Dije

-Pónganselo señorita Vélez, me disgusta no poder disfrutar mucho más esta vista tan perfecta que tengo en este momento, pero me interesa cuidarla, Después tendré el placer de volverla a ver. Dijo mientras me subia a su carro.

Sus palabras causaron que pasará una corriente por mi espalda, pero su abrigo, este abrigo olía delicioso, olía al  Sr. Müller, olor al que fácilmente me puedo enviciar.

-Sí, Profesor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora