N° 12 Fuentes, Susana (2/2)

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—Recuerdo que anteriormente solíamos hacer fiestas de Halloween —protestó Alex mientras caminaban por la acera con su cabellos siendo iluminado por la luz de la luna.

Dafne y Jamie iban en la cabeza del grupo con Dafne llevando el cuaderno que habían obtenido de la casa de los Vernice; atrás de ambos iban Alex, con una chaqueta de cuero negra; Daniela, quien apenas había llegado a su casa después de la cita con el doctor Golden Ryan, fue llamada por Dafne notificándole acerca del diario de Kristen; y al lado de Daniela, casi saliendo de la acera, estaba Clara, su cabello rubio siempre iba a ser ordenado por ser corto, y al no tener en exceso, se le hacía más fácil el peinarse con una mano.

Dafne quien les había comentado en el grupo de WathsApp que habían creado diciendo lo que había encontrado junto con Jamie. Ella les había explicado a su grupo de amigos confiables acerca de lo que pensaba hacer esa noche y ellos decidieron acompañarla por voluntad propia.

—Si lo deseas puedes irte —dijo Clara con una sonrisa.

— ¿Para satisfacerte? —Dijo Alex alzando una ceja—, no, gracias.

Jamie paro en medio de una pequeña casa igual de sucia y desgastada como la de los Vernice pero esta era más adrede. Las ventanas no estaban quebradas por lo menos, pero sus plantas si estaban cecas. El cielo estaba despejado, las estrellas no estaban deslumbrando la oscuridad y la luna no quería aparecer para esconderse de los males que ocurrían en la tierra.

—Es aquí —dijo Jamie y se adentró al jardín delantero como un perro por su casa.

Dafne sentía más confianza con Jamie a su alrededor, era una fuerza de amistad muy grande, pero Alex estaba detrás de ella ¿Y si era él quien le brindaba la fuerza? De todas maneras, el sabia la verdad.

Clara también estaba detrás con Daniela sacando pecho intentando sentirse poderosa, justo como le había dicho Golden, que actuara como si el mundo estuviera debajo de sus pies.

Jamie tocó a la puerta de madera con sus nudillos y esta se abrió. Nunca había estado cerrada. Todos entraron al local y al cerrar la portezuela el sonido de una campana emano en el lugar. Una luz tenue iluminaba lo mejor que podía en algunos rincones. Todo era un laberinto de estantes de madera con cosas putrefactas se cerradas en frascos, como una especie de exhibición.

—Definitivamente esto es lugar de una bruja —dijo Clara viendo uno de los frasco lleno de partes de ranas.

—No, porque no te veo vivir aquí —dijo Alex sin parar de caminar.

—Oh, Valles te recuerdo que la V es antes que la W —dijo Clara lanzándole un mal de ojo.

Dafne no estaba al tanto de las discusiones de Alex y Clara, ya que eran muy predecibles. Lo primero en lo que podía penar era por fin deshacerse de este cuaderno. No había leído ni una página por miedo a que algún otro mal se desatara.

— ¿Hola? —Dijo Dafne levantando la voz para poder ser escuchada.

Dejó el cuaderno en la vidriera al lado de la caja registradora. Un estante, detrás de la caja, estaba lleno de muñecas de porcelana mal tratadas con cabellos desaliñados y escombros en sus vestidos, otras tenían el rostro marcado de polvo y suciedad. Sentían como todas las veían a ellos, como si supieran el porqué estaban aquí.

—Te regalaré una de esas muñecas en tu cumpleaños —dijo Alex descansando su cabeza en su mano empuñada viendo a Dafne.

—Lo haces y te la lanzo en la cara —dijo Dafne viendo a Alex de reojo con una media sonrisa.

Él le lanzó una mirada retadora. Jamie estaba a su otro extremo con Clara a su otro lado. Una mujer salió de las cortinas de hilos.

 La mujer tenía el cabello blanco, sus ojos eran pequeños y negros como un botón, cristalinos e irritados por el borde de su pupila; manchas negras bordeaban alrededor de sus ojos de tantas horas sin poder dormir. Su rostro estaba arrugado, al igual que poseía garras de ciervo. Sus labios eran resecos y su tamaño era diminuto, era más pequeña que Dafne.

La Clase 10 © [#2 La Clase 09]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora