No podíamos perdernos la oportunidad de unirnos a la legión después de todo. dijo Marco con entusiasmo . Sabíamos que apenas cumpliéramos la edad suficiente, tendríamos que seguirte.

Fiorella se rio, sintiéndose agradecida y emocionada de tener a sus amigos a su lado una vez más. 

Hemos pasado por mucho desde la última vez que estuvimos juntos dijo Fiorella con una sonrisa triste. Pero estoy agradecida de que estemos juntos de nuevo.

Marco y Antoine asintieron con la cabeza, entendiendo el dolor y la lucha que habían tenido que enfrentar en sus propias vidas. Había sido difícil para todos ellos, pero al menos ahora podían apoyarse mutuamente mientras luchaban por un futuro mejor.

Ahora, apresúrense y vayan a los establos.

¡Si Fiorella! exclamó Antoine, pero Marco le dio un codazo.

¡Ahora debes dirigirte hacia ella como sub capitana Zacharius!

Chicos está bien, pueden llamarme como ustedes quieran siempre y cuando estemos nosotros solos, si algún líder los escucha, créanme que el castigo será duro ─Fiorella los observó a ambos, habían crecido mucho, ya no eran los pequeños bandidos de antes ─. Ahora vayan a escoger un caballo, elijan al más grande. ¿Recuerdan por qué?

¡Claro! respondieron al mismo tiempo.

Bien. Entonces los veré en la formación.

Escoger un caballo no toma más que unos minutos ya que todos son mansos. Así que Dita había logrado que todos estuvieran satisfechos con sus compañeros.

Fiorella se formó al lado de Erwin junto con otros líderes de la legión, mientras que los nuevos reclutas iban tras ellos.

Avanzaron a la orden del comandante rumbo hacía el cuartel, llegando a este al medio día.

Sin embargo, cuando Fiorella fue en busca de su escuadrón, no los encontró. Tampoco estaba Eren, solo estaba Hange con su escuadrón.

Fueron a hacer rondas alrededor del perímetro de la base ─ Le explico Erwin al darse cuenta que los buscaba ─. Sígueme, hay algo de lo que quiero hablar contigo a solas.

La rubia obedeció. Ambos se alejaron de la vista de los reclutas y líderes que se encontraban allí. Caminaron uno al lado del otro por los alrededores de la base de la legión.  Erwin parecía estar sumido en sus pensamientos, y Fiorella podía percibir una cierta tensión en el aire.

Finalmente, Erwin rompió el silencio. 

Fiorella, tengo una pregunta importante que hacerte dijo con solemnidad.

Fiorella se detuvo y miró a Erwin, intrigada por su tono serio. Claro, Erwin, puedes preguntarme cualquier cosa respondió ella, preparándose para lo que pudiera venir.

Erwin la miró directamente a los ojos. ─ ¿Crees que sabemos quién es realmente nuestro enemigo? ¿Crees que hemos estado luchando contra los verdaderos responsables de nuestra desgracia?

La pregunta tomó a Fiorella por sorpresa. Durante años, ella había creído que los titanes eran los enemigos a los que debían enfrentarse, la razón de la destrucción y el sufrimiento que habían experimentado. Pero ahora, la mirada inquisitiva de Erwin la hizo cuestionar sus creencias.

Por un momento, Fiorella se quedó en silencio, su mente llena de confusión y dudas. La rubia se llevó una mano al mentón, Erwin no haría preguntas raras de no haber encontrado algo sospechoso.

SOUL| Levi Ackerman.Where stories live. Discover now