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Con pasos furiosos que causaban gran estruendo en el suelo, SungGyu se dirigió al despacho de WooHyun con las indecorosas prendas en las manos. Al entrar, sin invitación y de forma agresiva, se acercó al escritorio del vampiro quien lo miraba entre molesto y curioso, entonces arrojó las prendas sobre la mesa.

- ¿Es alguna especie de broma?

- ¿Acaso te invité a entrar?

- Basta–gruñó-. No voy a utilizar esto.

- Lo vas a hacer.

- No.

- Has visto a todos los demás bailarines en sus presentaciones, sabes lo que usan, y contigo he sido muy indulgente pero ya que serás solista de ahora en más ese tipo de ropa es lo que usarás.

- ¿Por qué mejor no la usas tu?

"Te verás muy caliente con esa ropa a penas cubriendo tu pecaminoso cuerpo"

El vampiro se frotó el puente de la nariz en una extraña manía que hacía cuando estaba molesto o irritado y trataba de calmarse.

- Tu eres el bailarín, no yo.

- ... Por favor, en verdad no quiero. Me veré ridículo.

Que gracioso se escuchó semejante apreciación según WooHyun. Ni en esta vida ni en la otra, ni así pasaran dos siglos más, WooHyun sería capaz de encontrar un hombre cuyo cuerpo se acople perfectamente a las prendas femeninas o... a sus manos, a su cuerpo. El dueño del burdel podría jurar que SungGyu, por muy inocente que pareciera, seguramente le podía brindar los mejores orgasmos de su inmortalidad.

"De nuevo estoy pensando en él", y en concreto pensaba en cómo se sentiría follarlo.

- ¿Alguna vez te has visto en un espejo? –le preguntó con cierto desgano.

- Ya sé lo que dirás, que mi escuálido cuerpo no merece ser visto así –completó recordando las palabras ácidas que de labios del vampiro salieron cuando se conocieron.

SungGyu parecía un tanto herido por el comentario, al repetirlo sonó deprimido por ello. Nam se cuestionó si fueron sus palabras sin filtro las que causaron que el joven no viese su cuerpo como hermoso.

"¿Te arrepientes?", la maldita conciencia que de vez en cuando aparecía le habló.

- No tengo tiempo para lidiar con tus problemas de autoestima como si fuera un psicólogo –le dijo mordaz causando cierto temor en el chico.

- ¿Por qué querrías que salga vestido así si ni a ti te gusta mi cuerpo mucho menos le gustará a otros?

El hastío es algo con lo que WooHyun nunca logró lidiar del todo. Era un vampiro temperamental y con un límite muy bajo de tolerancia, lamentablemente cuando un tema o persona lo hastiaba solía ser más agresivo de lo normal, o hacer estupideces.

Nam se paró de su silla casi de un salto, caminó hasta donde estaba el chico habiendo recogido la ropa de sobre su escritorio. El bailarín se sintió intimidado y por inercia comenzó a dar pasos hacia atrás intentando alejarse del mayor.

- Póntelo.

Y SungGyu no supo cómo responder a esa demanda.

- Ahora.

Esa era otra demanda que no supo cómo responder. Y ante tal mutismo WooHyun comenzó a desvestirlo a la fuerza sin importarle si en el proceso debía romper la ropa del chico para lograr su cometido. La camiseta que el chico llevaba voló por los aires.

- Oye, espera ¡¿Qué haces?! ¡¿Acaso estás loco?!

WooHyun lo empotró contra la pared para inmovilizarlo y poder desnudarlo a gusto. El pantalón y los zapatos serían más difíciles de sacar, pero, por fortuna, SungGyu se escabulló hacia el piso lo que le dio a WooHyun la oportunidad para sujetarlo de las piernas y retirarle las prendas sobrante, no sin por supuesto recibir patadas o golpes en sus hombros en señal de enojo.

❥Burdel Vampiro | ➳[WooGyu]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu