¿Fin?

9.5K 847 158
                                    

El hombre caminaba con calma y tranquilidad por los pasillos de su nuevo hospital. Este estaba mucho más alejado que el otro y mucho más escondido. El mundo no era consciente de la existencia de este nuevo hospital. Era perfecto. Nadie podría salir de él con facilidad. Nadie podría encontrar a las personas dentro de él.

— Infórmame. — le dice al hombre más joven que él.

— Ambos siguen heridos por el impacto de hace un tiempo y...

— Eso ya lo sé. — dice con obviedad — Dime algo concreto.

— Ellos... — el hombre lleva su mano a su cabello sintiéndose un tanto nervioso.

— Ellos... ¿Qué? — dice Seong Jun mientras camina con el hombre al lado de él dirigiéndose a observar a dos jóvenes que seguían en su radar y en su completo control.

— Tienen perdida de memoria. — dice el hombre menor deteniendo su paso. Seong Jun al escuchar aquello, también se detuvo.

— ¿Perdida de memoria? 

— Sí. No recuerdan nada. Ni siquiera el accidente o cómo llegaron aquí. — añade el hombre. — Quizás ni siquiera recuerden lo que ha pasado estos últimos meses.

— Quiero que los unas. — dice de inmediato para reanudar sus pasos, los cuales se hicieron más rápido.

— ¿Unirlos? ¿Está seguro? —le cuestiona a Seong Jun.

— Muy seguro. Debemos comprobar si se recuerdan, de lo contrario, es una gran ventaja.

— A la orden, señor.

Cada habitación del hospital poseía cámaras, todo el lugar las tenia. Tenían ojos y oídos en todos lados. Algo que Seong Jun decidió para estar al tanto de sus pacientes, en especial en este momento. No quería volver a cometer los mismos errores de antes.

— ¿Te cuestionó algo? — pregunta Seong Jun cuando vio llegar al hombre quien le había dado la información anterior.

— Solo el por qué debía ir a otra habitación. — dice inquieto. El hombre, el cual su nombre era Jinyoung, le daba mucha inquietud tener a esos dos jóvenes juntos. Sabía cuales habían sido sus expedientes anteriores. Sabía quienes eran en realidad.

— ¿Estaba tranquilo?

— Tranquilo y muy sereno. — le afirma Jinyoung.

— Ojala hubiera sido así cuando lo conocí. — ríe Seong Jun por los recuerdos. Su vista va hacia sus dos dedos que ya no se encontraban en sus manos y ríe por ello. Por la pantalla, se pudo ver como abrían la puerta de la habitación 532, en donde había un joven peligris sentado en el suelo con un libro en sus manos, bastante tranquilo. Aquel peligris dejo su lectura a un lado al ver como su puerta era abierta dejando ver como adentraban a un joven pelinegro de tez pálida. Es hermoso. Fue lo primero que pensó, lo mismo que el pelinegro al verlo.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta el peligris poniéndose de pie, al mismo tiempo en el que se sintió un tanto invadido. Desde que despertó y es consciente ha estado solo en su habitación. Le resultaba extraño que alguien fuera de el señor Seong o alguna enfermera entrará en ella.

— No lo sé. — habla el pelinegro. Su voz era un tanto ronca y tranquila, erizando la piel del peligris. — Solo me trajeron aquí. — dice alzando sus hombros y dejándolos caer. Ambos se quedaron en silencio y en su lugar. — Soy Min Yoongi. — dice dando el primer paso y llevando su mano al frente.

— Soy Park Jimin. — sus manos se entrelazaron sintiendo una corriente que hizo que se soltaran. Debido a ello ambos se miraron extrañados como si sus rostros se les hiciera familiar, pero en sus mentes no había nada. Solo un vacío. Aun así, ambos se sonrieron.

— Vi que estabas leyendo. ¿De qué era? — pregunta intentando crear una conversación.

— Es solo para matar el tiempo. Ni siquiera sé el nombre. — ambos rieron y Jimin lo guio a su cama para sentarse en ella y conversar. Reían y seguían hablando interesados por el otro. Pero sin recordar.

— No se recuerdan. — dice Seong Jun con una gran sonrisa en su rostro y muy asombrado por lo que sus ojos estaban viendo. — Actúan como si fueran los seres humanos más normales del planeta. Unos jóvenes comunes y corrientes. Asombroso.

— Señor, no debería confiarse. — le aconseja Jinyoung.

— Claro que no. Mantenlos observados y déjalos que compartan entre ellos. — le indica. — Deben estar pendientes si sus memorias vuelven o no.

El monstruo solo estaba oculto. 

Estaba esperando el momento perfecto para reaparecer.

Solo lo habían dormido.

Esto no era el fin. 

Era el inicio de un nuevo juego.

Mi Pequeño Ángel |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora