Parte 1- Venganza

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Capítulo 1

-           ¿Estás bien?.-

Odiaba aquella pregunta. Sabía que se preocupaban por mí, pero no podía soportar volver a escuchar la misma frase una y otra vez. Desde el día del funeral, cada vez que intentaba pasar un rato a solas, alguien se acercaba a mí para preguntar cómo estaba. ¡Cabreada, mierda!. Cabreada con aquel cretino que la destrozó, cabreada con las dos chicas populares del instituto que la humillaron aún más, y sobre todo con ella, por haberse rendido.

-           Elsa, cariño, tienes que seguir adelante. Ya han pasado tres meses.-

Levanté la cabeza y le sonreí sin muchas ganas, mi madre no tenía la culpa de aquello, pero tampoco podía hacer nada para arreglarlo.

-           Elsa, ha venido la abuela a verte.-

Alcé la vista y la vi. Estaba esperando a que la diera permiso para acercarse. Pero sus ojos no me miraban con compasión, era la única que no lo hacía así. Noté el brazo de mi madre aferrarme por los hombros, y me dejé guiar.

-           Cariño, la abuela quiere hablar contigo un momento. Si tú quieres, claro.-

Yo tan sólo asentí y caminé junto a ella. Llamarla abuela era un pecado. Tenía 62 años, pero aparentaba 50. En ella no había nada de abuela. Ni un pelo gris, impecablemente vestida, elegante, sobria, pero de ninguna manera aburrida. Seguía siendo tan guapa. Había heredado sus ojos azules, pero nada más. Tenía la nariz de mi padre y el genio de mi abuelo paterno, así que nunca podría llegar a ser como ella. Quizás por eso me sorprendió aquella conversación.

-           Elsa, tesoro. Es Eli la que ha muerto, no tu.-

-           Lo sé.-

-           Entonces deja de compadecerte a ti misma.-

-           No me compadezco a mi misma.-

-           ¿Entonces, por qué te empeñas en seguir aquí encerrada?.-

-           Porque sé que si salgo de aquí, iré a buscar a esos gilipollas y me liaré a golpes con ellos.-

-           Ira. Puedo lidiar con eso.-

-           Estoy enfadada, y furiosa.-

-           No permitas que ellos dominen tu vida, como hicieron con tu amiga. Avanza. Déjalos atrás.-

-           Reconozcámoslo, abuela. La gente como ellos lo dominan todo.-

-           ¿La gente cómo ellos?, ¿qué quieres decir?.-

-           Los populares, la gente guapa, los consentidos niños de papá… toda esa mierda de gente que se cree superior porque tiene todas las papeletas para ganar.-

-           Lo dices como si ellos fuesen los amos del mundo.-

-           Porque algunos pueden creérselo. ¿Sabías que el cretino trabaja en el bufete de abogados de su padre?, en 5 años seguro que le hacen socio. –

-           Londres está lleno de abogados.-

-           Ya, pero medio Londres conocerá su nombre en pocos años, tendrá fama, dinero, poder, y ni siquiera lo merece.-

-           La rueda de la vida se encarga de ponernos a cada uno de nosotros en su sitio.-

-           Ojalá yo pudiera meter esa rueda en un gran charco de barro.-

La abuela meditó unos segundos. Tenía los ojos entrecerrados, pero su tranquila expresión me dijo que su cabeza estaba maquinando algo.

-           Tenía pensado tomarme un año sabático, ¿Qué te parecería venirte conmigo?.-

-           ¿Qué?.-

-           Creo que necesitas alejarte de este ambiente tan viciado. Ver mundo quizá te de una perspectiva diferente de todo esto.-

No me sorprendió que mi madre estuviese encantada con aquel viaje. Siempre habíamos escuchado extasiadas, las aventuras de la abuela por tierras lejanas. Pero no tenía ni idea de cuál era el auténtico plan de aquella mujer.

Una nueva cazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora