IV

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—Cuando me acerqué a ustedes, pensé que me golpearias por robar la atención de Jaemin —admitió Jeno sintiéndose un poco más en confianza con el más bajo, que al igual que él, rio suavemente.

—La verdad, lo pensé. Pero... creo que me arrepentí

—¿Y por qué? —insistió en saber el rubio, lo vio morderse el labio nervioso y sonrió con coquetería— Vamos, no voy a morderte, precioso~ —Renjun se ruborizó conectando su mirada con la de Jeno, estaba dispuesto a decirle que estaba más bueno que el pastel de chocolate.

—Porque eres demasiado guapo para arruinarte la cara —dijo en cambio, sintiéndose tonto por no poder expresarse mejor. Sin embargo, en lugar de sentirse ofendido, Jeno soltó una carcajada aliviando al de mechas rubias.

—Eres una jodida ternura, Huang Renjun —aduló— oh, amo esta canción —comentó cuando escuchó cómo Whiplash resonaba en el local. Afianzó su agarre en la cintura del más bajo y lo guió como había hecho gran parte de la noche, Renjun se dejó por completo. Le encantaba como el de ojos negros lo movía expertamente, no podía evitar soltar suaves jadeos cuando sus caderas chocaban. Para cuando volvió a abrir los ojos, divisó a Jaemin acercándose a ellos con una sonrisa, con angustia buscó la mirada de Jeno por sobre su hombro y notó cómo sus ojos devoraban al de mechones rosados sin siquiera inmutarse. Esto lo dejó un poco confundido, hasta que el menor de los tres estuvo lo suficientemente cerca para hablarles con un tierno puchero.

—¿Puedo unirme? Me aburro allá atrás viéndolos ¿saben? —intensificó su puchero haciendo que los otros dos rieran. Sin necesidad de más palabras, el pelirrosa se unió a la pareja dejando al mayor en medio, sofocándolo con un beso húmedo que Renjun recibió con gusto olvidándose de que dos chicos menores que él estaban acorralándolo entre sus cuerpos en un baile tan erótico que lo mareaba. Ahora los tres cuerpos se movían al ritmo de Choca de Plan B y tanto Jeno como Jaemin se dedicaban a acariciar con sus movimientos al de mechas rubias, dejando besos por su cuello y clavículas mientras disfrutaban de dicha canción tan grotesca. No hace falta decir que muchas personas los miraban, sus opiniones divididas entre sorpresa, morbo e incluso desagrado.

Luego de bailar un rato más así, Renjun se separó de sus menores porque quería refrescar la garganta, pero a pesar de haber bebido varias copas de whisky, uno que otro shot de vodka y un par de cervezas, solo se sentía ebrio cuando estaba rodeado por la presencia de Jaemin y Jeno, joder y es que cuando se separaba de ellos, una parte de su ser comenzaba a ser consciente ¿qué demonios les daban de comer a esos dos para que al bailar tuvieran la capacidad de volverlo tan putamente sumiso? Con ese pensamiento en mente, se sentó donde minutos atrás estaba Jaemin y pidió un trago. En lo que el barman regresaba con su orden, dio un vistazo a la pista donde ahora el rubio y el pelirrosa bailaban de frente, sus alientos chocaban, el sudor que desprendían sus cuerpos se entremezclaba con el constante roce de sus frentes. Por inercia se mordió el labio sonriendo suavemente.

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—Tu amigo baila genial —susurró Jeno sobre la comisura de los labios del de mechas rosadas.

—Mmm —afirmó con un sonido monosílabo, su sonrisa juguetona firme en su rostro— parece que estás muy interesado en él ¿debería dar un paso atrás? —inquirió con diversión. El rubio rio bajito acercándose a sus labios peligrosamente.

—Sabes que quiero jugar hoy, Nana~ —sus manos bajaron hasta su trasero masajeandolo hasta sacarle un gemido— mejor dile a tu amigo, también quiero con él —Jaemin rio traviesamente, regalándole un lenguetazo sobre los labios al más alto, Jeno le devolvió la sonrisa, terminando por unirse en un beso sucio y desesperado. La decisión ya estaba tomada.

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—Debes sentirte como en el paraíso hoy ¿eh? —una voz femenina llamó la atención de Renjun, quien seguía perdido en sus pensamientos.

—¿Disculpa? —preguntó confundido ¿hablaba con él?

—Oye, no trates de disimular, haz bailado toda la noche con esos dos guapetones de allá —apuntó a su acompañante y su amigo el rubio.

—A-Ah~ bueno, sí, pero no te equivoques. El rubio no está interesado en mí, creo que solo trata de llevarse bien conmigo porque le gusta mi amigo —admitió sintiéndose un tanto decepcionado y triste al haberlo reconocido en voz alta luego de haberlo pensando toda la noche.

—Ay, por favor —un chico rubio con pecas se unió a su conversación dejando al de mechas rubias desconcertado— debes ser muy despistado para ignorar la manera en la que te devora con su mirada aún cuando está restregándose con el chico fresita —Renjun abrió sus ojos con asombro sin poder evitar girar su cuello con tal brusquedad, que de haber estado en otra posición, se hubiera fracturado. Y el chico adorable de pecas no mentía, allí estaba la oscurecida mirada del rubio que había bailado con él hacía un rato, cuando sus ojos se conectaron, los del rubio estaban nublados por el deseo, pero incluso si Renjun trató de buscar una explicación racional a la manera en que lo observaba, no encontró una, porque a pesar de estar sosteniendo a Jaemin por el trasero, sus ojos no se despegaban de los suyos. Tragó saliva sintiendo cómo sus mejillas se calentaban, entonces la voz de la pelirroja lo devolvió a la realidad.

—Ahí está tu respuesta, bonito —añadió Yeri divertida— ¿o me dirás que Lixie miente? —insistió— mejor piensa qué es lo que realmente quieres esta noche, lindo, porque creo que ellos quieren llevarte a ver las estrellas —comentó la joven. Renjun volvió a mirar hacia donde los otros dos se movían a un ritmo más tranquilo mientras Strobelite de Gorillaz resonaba como música de entremedio para evitar que se perdiera el buen ambiente del lugar.

—Lo cierto es que no sé qué es lo que quiero —suspiró el de mechas rubias sintiéndose derrotado.

—Será mejor que lo averigues pronto, estoy seguro de que si tú no lo haces, ellos lo harán y perderás tu oportunidad. Además, se ven muy interesados en... ya sabes, una aventura poliamorosa —añadió Lix risueño.

—¡Oh, sí! ¡Sí! —apoyó Yeri emocionada— una vez mi novia y yo lo intentamos —contó la chica y cuando los otros dos la miraron con expectativa ella se sintió confundida— ¿Qué? Ah, claro —rio— estuvo genial —continuó mordiéndose el labio— y créeme, no solo recibes placer físico sino también visual —se relamió. Renjun la miró realmente curioso «¿Estaría bien? Es decir, ¿y si realmente no le gusto a Jeno?¿Y si Jaemin no está de acuerdo con esto? Hay tantas probabilidades y yo...creo que voy a-».

—Hey, relájate —aconsejó el chico de pecas antes de que el de mechas se desmayara— creo que eres de los que piensan demasiado —rio— además dime, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿que no quieran hacerlo?

—Exacto —añadió la chica— y si ese fuera el caso, te prometo que no te quedarás con las ganas, lindo. Tengo un par de amigos que estarían encantados de conocerte —le sonrió ella, apuntándole con la mirada a un apuesto moreno castaño y a un chico de cabellos azules, también muy bien parecido, el castaño estaba sobre el regazo del peliazul y este último bebía de su copa, ambos sin quitarle los ojos de encima. De pronto, el castaño se levantó y jalando al que parecía ser su novio, se encaminó para intercambiar un par de palabras con él.

—Si nadie puede complacerte hoy, Makku y yo podemos hacer de tu noche un sueño, papasito —susurró el moreno con una sonrisa, dejó un beso en su mejilla y tras él, el sujeto que identificó como Makku, le guiñó el ojo coqueto. Después de dejarlo más rojo que un tomate, ambos se fueron a la pista. Renjun tragó grueso ¿pues cuánta gente lo había visto bailar esa noche? y lo más importante, ¿cuántos de esos habían pensado que bailaba sexy para que ahora todos lo quisieran devorar cual Caperucita roja? «Dios, ayuda».

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♡❁𝓓𝓲𝓵𝓮 𝓪 𝓽𝓾 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸❁♡ [NORENMIN]Där berättelser lever. Upptäck nu