I. El gran día.

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Nadie sabe lo que es esto. Tener un agujero negro en tu interior, que te va absorbiendo el alma poco a poco, que te consume, que te quita las ganas de vivir. Pocos saben lo que es soportar esto día a día y fingir sonrisas para que nadie descubra tu secreto. Yo me harté de fingir, más bien perdí las fuerzas como con todo, y acabé convirtiendome en ese demonio que tenía dentro de mí. Ahora quienes me conocen han puesto tierra de por medio y ya no hace falta que yo me aleje, la gente ha optado por tomar la iniciativa y alejarse de mí primero. Me gusta estar sola, pero no sentirme sola.

Sí, ahora muchos os estaréis replanteando seguir leyendo esto, es normal, sólo un 1% entiende lo que estoy diciendo, los demás pensarán que estoy tarada, que soy estúpida o que sólo digo sandeces. Bueno, de todas formas, gracias por la consideración, yo pienso lo mismo de mí.

Volviendo al tema que me incumbe, este es mi día a día y ya os he dicho más de lo que mucha gente sabe. Sabéis, estoy harta de seguir así, más después de lo que pasó el pasado 2 de febrero. No puedo volver a mirar a Sebastian a la cara.

-Cariño, tómate los cereales. Al menos la mitad, anoche apenas cenaste.- Oh querida madre, ojalá me dejaras en paz.

El cuenco repleto de esa mierda azucarada me mira penetrantemente y no se si soy yo la que se lo va a comer o si es el cuenco quien me va a comer a mí. Hago el esfuerzo y sumerjo la cuchara entre la leche y me llevo a la boca esos deliciosos cereales. En cuanto entran en mi estómago me arrepiento al instante de ello.

Dejo la cuchara y resoplo. Escucho a mi hermano a lo lejos gritar que me de prisa, que no vamos a llegar a clase, así que aprovecho la oportunidad para abandonar la cuchara en el cuenco, y correr hacia la puerta mientras me cuelgo torpemente la mochila al hombro. Doy un breve beso en la mejilla a mi madre y desaparezco por la puerta.

-Pero Indira no te has terminado los cereales.

-Lo siento mamá, llego tarde. Te lo recompensaré en la comida.

-De acuerdo, hasta luego cariño.

Pero no hubo un luego. Fui tan cobarde que no volví. 

En realidad fue el día en que conseguí reunir todo el valor para salvar mi vida, si no me iba de esa vida de mierda, acabaría yéndome de la vida real, a la calma completa, y aún tenía esperanzas de volver a ser quien era.

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⏰ Last updated: Jan 26, 2020 ⏰

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