Capítulo 12

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Itzmin frunció el ceño y miró perpleja al hombre que tenía delante.

 "¿Sabías que vendría? ¿Pero cómo?"

Quiahuitl se rió de su expresión antes de volver a mirarla a los ojos "Soy un Tlamazqui dedicado a Quetzalcóatl. Una noche tuve un sueño extraño.

" En mi sueño, me encontraba frente a un lugar desolado, como los lugares del norte.  Sin vegetación, sin agua… Nadie más que yo, aunque, yo no tenía miedo, me sentía en paz.  Caminé por el área tratando de ver lo que ese sueño quería mostrarme.  Después de caminar un rato a lo lejos vi un hombre agachado mirando el suelo seco, me acerqué y antes de siquiera mirarme dijo "llegamos tarde. Demasiado tarde".

 Me acerqué al hombre y me agaché hasta el nivel de sus ojos "¿Tarde para qué?"  El hombre negó con la cabeza y no me miró, siguió mirando al suelo.  "La gran Tenochtitlan ha caído y pronto otras ciudades también lo haran"

Me impactó demasiado escuchar que Tenochtitlan había caído.  Eso era imposible.  Mi primera pregunta fue, ¿cómo?  Antes de que pudiera preguntarle al hombre, suspiró y dijo: "fue la gente. Los demonios blancos entraron a nuestra tierra sagrada y nos mataron. Pero podemos salvarlos".

Miré al hombre, confundido "¿demonios? ¿Qué es eso? ¿Y cómo podemos salvar nuestra ciudad?"

 El hombre se puso de pie rápidamente y me miró con ojos de fuego "Habrá alguien, estate atento. Ella te ayudará y salvará la ciudad, ella fue elegida por los dioses. Escúchala, ella sabrá qué hacer,  si no, no solo caerá Tenochtitlan sino todo el Cem Anáhuac"

 "¿Cómo sabré cuando ella llegue?"  Le pregunté al hombre mientras comenzaba a alejarse.  El hombre se detuvo, se giró para mirarme, sus ojos se volvieron más blancos hasta volverse grises.  "Mi hermano enviará una señal"

El temor llenó mi cuerpo pero el respeto también, bajé la mirada y mostré mis manos en señal de rendición

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El temor llenó mi cuerpo pero el respeto también, bajé la mirada y mostré mis manos en señal de rendición.  "Mi Señor Quetzalcóatl" respire, sin poder creer lo que veía.

Esperé por una respuesta, pero cuando no la recibí, miré hacia arriba solo para ver que estaba solo una vez más.

 Tan pronto como me desperté corrí hacia el palacio, solicitando una audiencia con nuestro Huey Tlatoani.  El favorece a Tlamacazque dedicados a Huitzilopochtli y Quetzalcóatl así que no fue difícil recibir mi audiencia.

 Cuando le conté sobre mi sueño, para mi sorpresa, no se lo tomó en serio.  No podía culparlo, estaba ocupado construyendo su gran palacio y, como un tlatoani designado hace no tanto tiempo, supongo que no quería oír hablar de destrucción y miseria, solo de bondad y riqueza.

 De todos modos después de muchos amaneceres y veintenas durante cada Meztli comencé a pensar que tal vez solo había sido un sueño y no una premonición.  Cambiamos de años y yo estaba convencido de que había sido un mero sueño hasta que un día sentí una presencia.  No puedo explicar qué era, pero sabía que la profecía se había cumplido.  Corrí hacia donde sentí que estaba la presencia, el Tzompantli, pero ya te habías ido.  Pregunté y nadie parecía saber de qué hablaba, hasta que una anciana dijo que había visto a una señora llevarse a una chica extraña con ella.

 Necesitaba hablar contigo así que le dije a otro Tlamacazqui que había visto a una señora llevar a un esclavo fugitivo hacia su casa y como esperaba te persiguieron.

 En cuanto me enteré de los planes que tenían para ti, un sacrificio sabía que tenía que actuar rápido.  Le ofrecí mi sangre a Quetzalcóatl para que cumpliera su promesa y te salvara o mejor dicho para decirle a su hermano que enviara una señal.  No esperaba que el sol se cubriera y el día se convirtiera en noche, pero funcionó.  Corrí a encontrarme con el Tlatoani y le dije que esa era la señal que le había dicho desde hace mucho tiempo, fue entonces cuando me creyó y ordenó que te salvaran.  "

 Itzmin miró fijamente a Quiahuitl después de que dejó de narrar, se quedó sin palabras.  »Entonces, ¿todo este tiempo he estado destinada a terminar aquí?« después de reflexionar por un momento, ella habló "¿cómo puedo ayudarte? Yo no sé nada"

 La sonrisa de Quiahuitl vaciló pero negó con la cabeza.  "A mi entender vienes de otra época, ¿sí? Sabes las razones por las que cayó Tenochtitlan, con eso nos puedes ayudar"

 Itzmin miró hacia abajo y jugueteó su huipil con su mano  "Esa es la cosa… esos "demonios blancos" destruyeron y quemaron la mayor parte de la información sobre Tenochtitlan" Quiahuitl jadeó "¿los quemaron? ¿Nuestro códices?"  Itzmin asintió.

 "¿Pero seguramente sabes algo? ¿Lo que sea?"

 La chica asintió después de pensar por un momento "Sí, tengo algunas ideas, pero no sé si los dos lograremos salvar una ciudad entera".

 "No seremos solo nosotros" Quiahuitl sonrió y se puso de pie.  "Tendremos ayuda"

Holaaa no iba a publicar hoy pero como es mi cumpleaños me dije: tengo que hacer algo especial y para mí ese algo especial es pasarme la tarde traduciendo este capítulo y editando 😂 espero les guste.

EDITADO :)

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