XII

13 8 0
                                    

Romeir era el novio de Lorena. Según varias fuentes (compañeros del instituto, amigas de la adolescente e incluso la envidiosa de Marge, que también amaba a Romeir) dijeron que su relación era de las mejores; amor, amor y más amor.

Se amaban, quizá demasiado.

Romeir era un adolescente amante de la música (preferentemente estilo Indie y Pop), soñador y artista.

Sin embargo, además de amar al arte amaba el vandalismo. Utilizaba su arte para manipular; en las calles tocaba la flauta, reproducía sus canciones editadas y hacia pequeños shows; y, cuando las personas se agachaban para depositar limosna en la funda del instrumento, su ayudante (un niño que se introducía tanto a la adolescencia como al vandalismo) tomaba las pertenencias que llevasen en sus bolsillos.

Romeir era un adolescente que amaba el arte, la música y, secretamente, la danza.

Amaba bailar, y lo hacía; pero en secreto, escondido de sus padres, sus amigos y familia. Escondido de todos, salvo de Lorena.

A Romeir lo obligaron (o le obligó, no se sabe) a ponerse unos borceguíes.

Se trataba del calzado más popular del siglo XV; cubría el tobillo y era abierto por su parte delantera. Se ataba con correas o cordones. Éste método recibía el mismo nombre que el calzado; consistía en apretar el tobillo de la víctima por medio de varias maderas enlazadas por unas correas o gatos de hierro, para administrar presión, más y más presión...

Hasta que se rompían los huesos.

Mr. HarmonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora