IX

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Por segunda vez, las sospechas recayeron en los familiares; padres, tíos, hermanos; amigos, amantes...

Por segunda vez, no hubo ningún sospechoso que realmente tuviera algo que ver con el crimen.

Por segunda vez, el asesino había escapado, se había escurrido de entre sus dedos como sangre recién liberada.

Por segunda vez, habían regresado a donde habían iniciado.

Mr. HarmonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora