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Seis años después

Seis años han pasado desde que la noticia de que T/N había desaparecido se esparció por toda Corea, con ello, también el hiatus depresivo de su madre se hizo público, y es que la desaparición de su hija, tras haber sido vista al borde de un puente, le había afectado bastante, o eso decía ella en las entrevistas. Aunque por suerte, T/N y su madre estaban llevando una muy buena vida en Francia, lamentablemente T/N se había perdido la oportunidad de cumplir su sueño, sin embargo, al menos pudo continuar su carrera de medicina, y se convirtió en una excelente doctora, aunque manejar el idioma francés le tomó bastantes meses, ahora lo maneja de maravilla, de hecho, incluso mejor que su primo, Justin.

A: ¡Hey!

— ¡André! ¡Vuelves a aparecer de esa manera frente a mí y te juro que te mato!

A: Oiga.. decirle eso a un paciente es muy cruel ¿Sabe?

— Asustar a tu doctora también es cruel, jovencito.

A: Aburrida...

— Fastidioso... Ve a tu habitación, se supone que debas estar descansando justo ahora.

A: Estar en cama es cansador, llevo tres meses aquí y lo único que he hecho es simplemente comer y dormir.

— Si lo piensas bien, tu vida de hospital es genial, yo ni siquiera duermo ¿Sabes?

A: ¿Me llevas a dar un paseo?

— No, a tú habitación.

A: Por favor, ¿Sí?

La chica soltó un suspiro dándose por vencido ante el de cabello castaño, que a pesar de tener 24 años, parecía un niño pequeño que necesitaba atención  cada cinco segundos.

A: ¿Cuándo me quitarán el yeso?

— Cuando dejes de comportarte cómo un mocoso.

A: Oye...

— ¿Uhm?

A: Soo-Kyung, ¿No me quieren quitar el yeso porque quieres que tu paciente favorito esté aquí por siempre?

— ¿Puedes, por favor, decirme quién te ha dicho que eres mi favorito?

A: Tus ojitos dicen "Oh André, por favor no te vayas nunca de mi lado"

— Ajá, ¿Estas seguro de que no dicen "Oh André, por favor vete"?

A: Auch... Hieres mi orgullo princesa.

— No tengo tiempo para juegos, André... Anda, ve a tu habitación.

A: Eres cruel, Ji Soo-Kyung.

— Soy médico, se supone que debo mantener mi profesionalidad, en lugar de estar jugando a la casita feliz con uno de mis pacientes.

A: Lo entiendo...

— Y aparte... tienes 24 años, no actúes como un bebé.

A: Soy tu bebé, bonita.

— Sí, eso no funciona conmigo... No aquí.

A: ¿Y fuera del hospital?

— Tampoco... Me gusta otra persona.

A: Y está a miles de kilómetros, en China.

— Corea.

A: Lo que sea, ambos están igual de lejos.

— Idiota.

A: Le diré al doctor Justin que insultaste a su paciente de élite.

— Es mi primo, ¿De qué lado crees que va a estar?

A: No puedes ganarme en todo, novio invisible, tú primo es tu jefe, andas por ahí insultando a tus pacientes.

— Para empezar, no es mi culpa que mi jefe sea mi primo... Y el chico que me gusta no es invisible... Sólo no lo he visto porque no sabe que aún existo.

A: ¿Eh?

— No lo entenderías... De todas formas, ahora sí tienes que irte a tu habitación.

Habló la joven señalando la entrada del hospital, tres ambulancias acababan de llegar y por supuesto, ella debía acudir en ayuda, así que sin más, se fue para hacer su trabajo, mientras André soltaba un suspiro viendo cómo su amiga se iba. Ellos se conocieron en aquel hospital hace tres meses, cuando André fue atropellado mientras cruzaba la calle en patineta, para colmo, sin ver por dónde iba ya que una chica muy bonita lo había distraído por completo, y claro, aquella chica era Soo-Kyung, es decir, T/N en su nueva identidad. Al ver aquel suceso, la chica se apresuró a revisar sus signos vitales y llamar una ambulancia. El chico estuvo inconsciente durante tres días, y al despertar pudo ver a aquella chica que había provocado su desgracia, la cuál ahora, era su doctora. André pasó al rededor de 1 mes intentando poder llevarse con la arrogante chica, hasta que por fin lo logró, aunque literalmente ella accedió para que este dejara de ser un maldito dolor de cabeza. No le sirvió de mucho, ya que lo sigue siendo, pero al menos consiguió un buen amigo que le haga de payaso cuando su trabajo la estresa demasiado.

Pero... aunque a T/N le estuviese llendo evidentemente bien, su corazón estaba herido, extrañaba demasiado a sus amigos, a su padre, y por supuesto... a Suk... Ya había pasado muchísimo tiempo, quizá, para los vampiros 6 años sean prácticamente cómo seis semanas, para un humano, aquello era tiempo valioso, y para T/N, tiempo desperdiciado en ocultarse, y extrañar.

Por otro lado, Suk había estado viviendo en casa de T/N durante todos estos años, aquél día había ido a hablar con la madre de la joven para ver si ella ya sabía lo que había sucedido, pero no logró encontrarla, en ello vió las noticias, y su corazón se destrozó aún más, deseaba que aquello sólo fuese un mal sueño, pero no lo era, durante seis años, cada día fue una tortura para él. Se obligaba cada a día a fingir una sonrisa para hacer ver al resto que estaba completamente bien... Sabía que aquello no era un acto muy sincero de su parte, ya que T/N claramente le había dejado un mensaje muy estricto de que debía seguir adelante con su vida, ella incluso le había dejado su brazalete deseándole felicidad y mucha suerte... Él realmente quería cumplir con ello, ya que había sido su último pedido para él, pero su corazón no se lo permitía, seguía creyendo que algún día despertaría y la vería de nuevo con aquella expresión de "eres un idiota" que él tanto amaba. Quería creer que podría volver a discutir con ella sobre cualquier tontería, que se abrazarían y se perdonarían todos sus errores, que ese maldito destino jamás existió... Que ella no lo abandonó...

Mʏ Vᴀᴍᴘɪʀᴇ [ℓεε ʝσɳɠ รµҡ]Where stories live. Discover now