El Shizun de la luz de luna negra del Emperador paranoico

Capítulo 24: Linterna de colores

Hoy era la fiesta del Festival de las Linternas.

El cielo se oscurecía de a poco, en la calle Puerta del Dragón de la capital había hileras de linternas encendidas. Abarrotado de gente, lleno de alegría, extremadamente animado.

"Mira, ¿es bonita esa linterna de tortuga?" Lu Xiao señaló hacia el frente, lleno de interés.

"Mn, es bonita", Qiu Yutong estaba distraído.

Respondió superficialmente a Lu Xiao mientras planeaba interiormente, Tercer-Shixiong se encontraba en el Callejón Juanlian que no estaba lejos de la calle Puerta del Dragón, caminando por tres calles más adelante llegaría a él. Pero Lu Xiao lo seguía muy de cerca, no podía librarse de él.

Los dos paseaban casualmente por la calle Puerta del Dragón. Sin darse cuenta, el cielo estaba cada vez más oscuro, la multitud se hizo más grande, las linternas que se iluminaban se hicieron más diversas; había de conejos, tigres, grullas, peces de colores... colgados a los lados y techos a lo largo de la calle, espléndidamente lustrosos.

Aparte de esto, había incluso el dios de la longevidad con las palmas juntas sosteniendo un melocotón, Zhongkui capturando un fantasma, Chang'e volando a la luna, Zhang Guolao montado en una linterna de burro... lo más extraño era la linterna de caballos. En la linterna, el recorte de papel de hombres a caballo se perseguía, extremadamente vívido y realista, lo que lo hacía muy interesante.

La gente andaba bulliciosa por la calle, hombres y mujeres cargaban comida, así como los que tocan gongs y tambores, y los que venden pasteles en zancos; fue realmente animado e inusual.

"¡Linterna de conejo, linterna de tortuga, cinco wen por uno, diez wen por tres!"

"¡Compra pasteles! ¡Pasteles de arroz glutinoso recién horneados! ¡Fragante y dulce!"

"¡Tanghulu, Tanghulu! ¡Tanghulu agridulce!"

"¡Aiyah, señorita ceda el paso, me está bloqueando la vista de las linternas!"

"¡Vamos, vamos, vamos, compremos Tanghulu, y vamos a mirar allí!"

Fue como "Mil puertas se abrieron y diez mil linternas se encendieron, a mediados del primer mes la capital estaba muy animada. Mucha gente bailaba agitando sus mangas al ritmo de la música, tan fuerte que los sonidos llegaban al cielo".

Qiu Yutong suspiró en su corazón. El Festival de las Linternas de este año parecía ser mucho más animado en comparación con hace cinco años; toda la ciudad estaba cubierta de linternas y colores, luciendo próspera.

Los cinco años de arduo trabajo de Lu Xiao no habían sido en vano después de todo.

Pensando hasta aquí, Qiu Yutong no pudo evitar mirar al joven a su lado. Lu Xiao estaba mirando, fascinado, una linterna lejana. Sus oscuros ojos de fénix reflejaban la luz de miles de linternas, exactamente igual que hace cinco años.

Al pensar en el Festival de los Linternas en ese entonces, Qiu Yutong no pudo evitar reír.

En aquel momento, el viejo emperador, impulsivamente, decidió aprovechar el Festival de las Linternas para reabrir las lecciones en el Palacio Daning, encontrando al erudito más famoso para impartir la clase. Esta era una buena oportunidad para que los príncipes probaran su valía, pero cuando Lu Xiao escuchó que Qiu Yutong quería ir a la calle Puerta del Dragón y ver las festividades del Festival de las Linternas, quiso ir con él sin importar nada.

Qiu Yutong no pudo persuadirlo y solo pudo cortar un títere de papel y usar ese títere para sustituir a Lu Xiao durante las lecciones.

En ese momento, Lu Xiao solo tenía dieciocho años. A pesar de que era mucho más tranquilo y maduro en comparación con las personas de su edad, todavía era un joven que no había tenido tiempo de ser joven. Tiró de Qiu Yutong para caminar bajo la gran extensión de linternas brillantes, incapaz de ocultar su emoción.