Profe por sorpresa

2.2K 109 17
                                    

A dos días de comenzar el nuevo curso escolar, Alba y Natalia se conocen en un bar y conectan de inmediato. Parece que es todo muy fácil, pero puede que se complique cuando se enteren de dónde estudia Alba y dónde va a empezar a trabajar Natalia.

❤️


—¿Me lo dice en serio? Mire señor, habíamos quedado a las seis en el portal, si sabía que no iba a llegar a tiempo, qué menos que avisarme.

Natalia andaba en círculos en medio de la acera ofuscada por el desinterés de su casero, con quien hablaba por teléfono. Llevaba casi diez minutos discutiendo con él porque al parecer al señorito lo habían invitado a ir a ver un partido de futbol y había preferido ese plan antes que ir a entregarle las llaves del piso que había alquilado.

—Faltan más de dos horas para las ocho y media. —Se quejaba Natalia por la hora a la que el casero decía que podría llegar, pero no había manera de convencerlo de que fuese antes, por lo que se tuvo que acabar resignando—. Está bien, le esperaré por la zona, pero le pido, por favor, que llegue puntual.

Después de colgar, se acercó a su coche y sacó su tote bag negra en la cual llevaba uno de sus libros favoritos y la cartera. Ya que le tocaba esperar, se metería en alguna cafetería y se entretendría leyendo un rato.

Miró a su alrededor en busca de algún sitio con buena pinta, pero no había mucho donde elegir. La mayoría de bares tenían aspecto de los típicos cutres que huelen a fritanga. Decidió dar una vueltecita y tuvo la suerte de encontrar uno que le llamó la atención. No tenía terraza, pero desde la ventana se veía un poco el interior y parecía que tenía un rollo vintage como con la barra del bar de madera y el resto de muebles del mismo estilo. Parecía buena opción, así que entró sin más.

El sitio no era excesivamente grande, pero las mesas estaban suficientemente alejadas unas de otras como para que no diese la sensación de un espacio claustrofóbico. Estaba totalmente vacío a excepción del camarero y una chica rubia que dibujaba sentada en un extremo de la barra.

Para leer, lo mejor habría sido una mesa alejada de ellos dos, pero estaba de mal humor y le apetecía una cerveza antes de ponerse a ello, así que se acercó hasta sentarse en la otra punta de la barra con la intención de llamar la atención del chico, que limpiaba vasos de espaldas a ellas.

—Perdona, ¿me pones un tercio, por favor?

—Ahora mismo.

En dos segundos tenía su pedido delante y después de darle un buen sorbo, suspiró llevándose las manos a la cara para masajearse los ojos.

—¿Estás bien? —Una voz suave y rasgada llegó a los oídos de la morena, por lo que giró la cabeza para ver si habían sido imaginaciones suyas causadas por el cansancio o era real.

Se encontró con que la chica rubia la miraba con atención, esperando una respuesta.

—Sí, sí, solo estoy cansada por un viaje largo —le contestó con una ligera sonrisa.

—Pues no sé yo si un bar es el mejor sitio donde descansar.

—Ya, pero mi casero es imbécil y... bueno, no quiero aburrirte con mis movidas, pero que no me puedo ir a casa.

—Uy, no, cuéntamelo porfa, que aburrida es lo que estaba yo hasta ahora. —La rubia le sonrió en grande y se levantó de su sitio para acomodarse en el taburete más cercano a Natalia—. Me llamo Alba, por cierto.

—Yo soy Natalia, encantada. —Esta vez sus labios se curvaron hacia arriba con más fuerza. Estaba hecha polvo, pero esa chica le había caído simpática, así que le contó el minidrama con el casero.

Multiverso Albalia | One ShotsWhere stories live. Discover now