Capítulo 5

12 0 0
                                    

-No, no y no

-¿Como que no? -Me sentí como una niña pidiendo a su madre salir de fiesta. Pero yo no era una niña y de seguro Betty no era mi madre.

Ella se volteó continuando con sus cosas en la cocina. -Es la primera cita y si vas vestida como a un concierto de Metallica, te aseguro que no habrá una segunda.

Sonreí pensando en cómo debieron ser las primeras citas en los tiempos de Betty, donde probablemente el chico basaba todo en la apariencia. Me acerqué y la abracé. -Es lindo de tu parte que te preocupes, pero si a él no le gusta lo que uso, creo que el problema está en el.

Suspiro. -Tienes razón. Bueno. -Volvió a repasar mi vestuario, pantalones de cuerina, zapatos de tacón y un top negro con una blusa traslúcida. -Te ves preciosa de todas formas.

Sonreí. -Gracias. -Bese su mejilla y salí a esperar a Sam para nuestra cita.

Un bello y reluciente Mercedes Benz color plata se estacionó y de él bajo, el perfecto 'chico de al lado', con su cabello rubio peinado, unos jeans y una camisa blanca. Debía admitir que Sam se veía muy guapo.

Su mirada se detuvo en mi cuando salió del auto y se quedó parado sin hacer nada, sus ojos recorrieron el brazo que tenía tatuado y que no había visto antes y trago. -Hey. -Salude dándole una pequeña sonrisa, a lo que respondió al fin moviéndose y acercándose para darme un beso en la mejilla.

-Te ves preciosa -Dijo mirándome con un brillo de sinceridad en sus ojos.

Abrió mi puerta para subir al auto y sorpresivamente no fuimos a lo que esperaba iba a ser una cena en un costoso y pijo restaurante, era un bar country. Reí saliendo del auto mirando la fachada con el letrero y las herraduras. -¿Un bar country?

-No eres la única con sorpresas esta noche. -Sonrío como un niño llevándome adentro donde había un espacio para la pista de baile y una camarera adorable, con su cabello castaño en dos trenzas y vistiendo una camisa a cuadros con un gorro vaquero, nos recibió.

-Señor. -Se sonrojo al ver a Sam pareciendo aún más joven. -Su mesa está preparada.

Sam rodó los ojos. -Melody, tenemos la misma edad, no tienes que llamarme señor. ... te presento a Melody, es la hija del dueño y la mejor camarera de este restaurante.

-Hola Melody, encantada. -Me dio una sonrisa de vuelta antes de encaminarnos a nuestra mesa.

Todos aquí usaban sombreros y vestían como si en cualquier momento fueran a montar una escena de footloose. Era increíble.  -¿Hacen coreografías o eso es solo de las películas? -Le pregunté con genuina curiosidad mientras le daba un sorbo a mi botella de cerveza.

Asintió con una sonrisa radiante. Realmente parecía en su entorno. -Abren espacio en la pista luego de las ocho y los sábados ponen un toro mecánico. Así que a la próxima vez que volvamos podrás subirte. -Luego se detuvo y me dio una mirada cohibida. -Si es que quieres volver.

Le di una de mis mejores sonrisas y asentí. -Claro que volvería. Aunque a la próxima tendré que traer mi sombrero vaquero. -Hice como si inclinara un sombrero imaginario sobre mi cabeza a lo que el río.

Desde ese momento todo fluyó, me habló de su familia que a pesar de tener dinero se esforzaba en demostrarles a sus hijos lo que era trabajar por el. Estuvo desde sus dieciséis años trabajando en una constructora a tiempo parcial, tenía una hermana mayor que amaba y un perro que también adoraba, lo había adoptado de una familia que lo tuvo encadenado en su patio durante cinco años.

La parte más difícil de la noche fue desviar la conversación de mi, así que cuando llegó el momento decidí ser sincera. -No estoy lista para hablar mucho de ... mi vida. Y te prometo que cuando lo esté

Me detuvo estirando su mano y sujetando la mía. -Estaré preparado para escuchar todo en ese momento.

A pesar de lo tierno que era conmigo, algo en mi no podía dejar de desconfiar. ¿Realmente era así de comprensivo o era una táctica? No parecía estar fingiendo, pero uno nunca sabe.

Apartó su mano de mi para dar un sorbo a su botella. -Es hora

Enarque una ceja y él señaló el otro extremo del lugar, apartado de nuestra cabina donde había un pequeño escenario y la pista de baile donde algunas personas se empezaron a unir.  Reí cuando se levantó y estiró su mano hacia mi. -¿Me concedes este baile?

Solté una carcajada siguiéndolo y dejándome llevar.

Le pise su pie unas siete veces, hasta que nos rendimos retirándonos a carcajadas. Y finalizando la noche montanos en su auto dirigiéndonos a casa de Betty.

Por más que pensara que esto fue Perfecto mientras íbamos juntos en el auto, su mano a pocos centímetros de la mía. Mi cabeza no podía evitar ir a la boca del lobo, específicamente a ese lobo con ojos que me hipnotizan y me llevarían a cometer de los peores errores.

-Fue una noche -Solté un suspiro con una enorme sonrisa.

El asintió y se acercó para depositar un casto beso en mi frente. -Lo pase increíble Rory.

-Yo también Sam. -Salí de su vehículo con una sonrisa, notando que esperó hasta que estuviera detrás de la puerta para partir.

Todo un caballero.

Una luz se prendió y en el sillón de la sala betty me observaba con una enorme sonrisa. -Tienes que contármelo todo niña.

Solté una carcajada sin poder contenerme. Así que esto era ser joven e ir a una primera cita.

-No puedo quejarme pero

Frunció su ceño -Pero... No es para ti. -Bufo. -Una siempre elige lo peligroso Rory. Eres joven, tienes mucho que experimentar y más errores por delante. -Palmeó un costado de su silla. -Por ahora solo ven aquí y cuéntame toda la cita con Ken.

Hice caso, hablándole de absolutamente todo.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Mar 04, 2022 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

Ride or DIETahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon