El hombre con el que vine se había alejado considerablemente de mi, tomé tiempo para respirar. El nerviosismo estaba llegando a mi cuerpo por la idea tan tonta y descabellada que estaba pasando por mi mente.

Miré varias veces a mi alrededor percatándome de que nadie me estuviera viendo, miré detrás de mi, él bosque a mi disposición, volví a mirar a mi alrededor dándome cuenta de que era el momento perfecto.

Giré mi cuerpo del otro lado del banquillo, y sin muchos rodeos me eché a correr adentrándome al bosque, al fondo escuché a algunos hombres vociferar cosas en ruso. Seguí corriendo sin detenerme adentrándome aún más al bosque de pinos, de vez en cuando miraba hacia atrás para ver si me estaban siguiendo.

Un agarre fuerte en mi brazo me detuvo, miré a ver de quien o que se trataba y era aquella mujer que vi por la ventana. Por un momento temí por mi vida porque había recordado como ella utilizaba el arma con tanta habilidad.

Su agarre en mi brazo era fuerte y un poco doloroso. La miré a los ojos, su mirada era fría y vacía, y de un color verde muy intenso y profundo. Era más alta que yo y su cuerpo se veía aún más rígido y musculoso en persona.

-Pretendías escapar?- Su voz tan ronca penetró mis oídos haciendo eco en lo profundo de ellos.

-N-No...- Mi voz era temblorosa.

-Todo esto está rodeado y vigilado, no ibas a escapar tan fácil. Hiciste algo estúpido- Escupió sus palabras con indiferencia y sin emoción.

Y sin soltar su agarre de mi brazo caminamos de regreso al lugar, los hombres me veían con una cara divertida mientras que las mujeres me veían con temor y pena en los ojos.

Me pasará algo?

Me golpearán?

Ahora si estaba asustada.

-No me hagas nada, lo siento, no lo volveré a hacer- Hablaba por lo bajo, suplicándole piedad.

Ella no decía nada, no respondió ni siquiera emitió algún sonido.

Nos adentramos a la casa, pasando por innumerables pasillos otra vez y por fin llegando a mi respectiva habitación. Ella finalmente soltó su agarre de mi brazo y me miró con frialdad por unos segundos.

-Pasará mucho tiempo para que vuelvas a salir, ese será tu castigo- Dijo y se dió la vuelta para después marcharse.

La había cagado, jodí mi única oportunidad que tenía.

No sé ni cuántas horas pasaron desde que esa misteriosa mujer me había dejado de regreso en esta habitación, pero me espanté al sentir como la puerta se abría de golpe y había entrado el mismo hombre de los días anteriores.

Cerró la puerta de un duro portazo.

Vi como se acercó a mi con furia y me agarró bruscamente del pelo para hacerme caer de rodillas.

-Pretendiste escapar, me hiciste quedar mal ante mi jefe y es tu culpa- Me escupió sus duras palabras.

Un terrible aliento a alcohol inundó mis fosas nasales y supe que estaba ebrio.

-Te enseñaré a respetar a tus superiores.-

Seguido de esas palabras sentí un ardor en mi mejilla, él me había golpeado.

Otro golpe de él aterrizó en la misma mejilla, sentía un dolor indescriptible y sin poder evitarlo rompí a llorar.

Intenté escapar de sus manos dándole una patada pero no funcionó, lo que provoqué fue más enojo de su parte y él me golpeó más duro que antes, estaba sangrando del labio y una de mis cejas.

Él me tenía en el piso dándome patadas por el estómago y chocando su puño contra mi cara. Momentos después él se detuvo.

Él arrancó salvajemente mi ropa y supe que haría a continuación. El miedo y la impotencia recorría mi cuerpo.

Yo era virgen, pero ese no es el hecho, el hecho es que iba a ser violada y no tenía manera de detener lo que iba a hacer.

Él me tenía desnuda y vulnerable frente a él, él sonrió con malicia y la maldad y la lujuria brotaban de sus ojos. Decidí no mirarlo a los ojos y cerrar mis ojos para esperar a que pase ese horrible momento que me espera.

Lauren Pov

Iba de camino a mi habitación, había tenido una conversación con mi padre donde me pedía que me hiciera cargo de esa mujer que pretendía escapar, fui a echar un vistazo a su habitación antes de ir a la mía.

Cuando abrí la puerta ahí estaba uno de los hombres de mi papá intentando violarla.

Abrí mis ojos como platos, aquella muchacha estaba tirada en el piso toda ensangrentada.

-Que diablos le hiciste Roger!- Mi voz lo asustó y retrocedió.

Zayn y Justin entraron a la habitación alarmados y se detuvieron en seco al ver la escena.

Sentía la rabia correr por mis venas, no es primera vez que Roger intenta abusar de alguna de las mujeres que traen aquí, la única diferencia es que con esta él abusó de más.

-Llévenselo y traigan un botiquín de primeros auxilios- Les dije a Zayn y Justin, quienes al instante obedecieron.

Fui directo hasta donde estaba aquella chica, estaba inconsciente.
Con sumo cuidado la tomé en brazos y la puse en la cama.

Jamás había visto algo similar y créanme cuando les digo que he visto y presenciado cosas horribles en cuanto a la violencia.






















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La Mafia Rusa Where stories live. Discover now