Promesas * Max Verstappen *

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Gianna (24 de mayo del 2021)

No había dormido absolutamente nada en toda la noche. Es que no podía dejar de pensar en lo que pasó con Max.

Luego de que él dijo "te amaba" su padre y su hermana llegaron a la habitación del hotel y yo tuve que salir. Cuando lo miré por última vez, se veía algo perdido.

Cansada de seguir en el departamento, decidí salir a dar una vuelta, en bicicleta.

Me puse un casco, por seguridad y empecé mi recorrido por Mónaco.

¿Qué iba a hacer? Por favor, Max me conocía demasiado, todo era tan extraño.

Descubrir lo de Brad le daba sentido a todo. Los primeros años de nuestro noviazgo fueron lo que más disfruté. Era porque no solo tenía a un novio, era un gran compañero que me daba consejos y me ayudaba en todo.

Pero después de dos años eso cambió, las conversaciones ya no eran iguales. A él le fastidiaba darme consejos y llegué a pensar que estaba cansado de mi. Sin embargo todo tenía sentido ahora.

¿Fue lo mío con Brad una relación real?

Me sentía como una verdadera estúpida.

Decidí volver al departamento porque me sentía molesta y ya no quería pedalear, quería golpear algo.

Entré y dejé mis cosas en el suelo, caminé hasta el saco se boxeo y lo golpee con fuerza.

—Hola, soy Brad.

—Hola Brad, soy Gianna — no le estaba prestando mucha atención, leía mi guión.

—Te estaba viendo, junto a un amigo. Y pensé que nunca había visto a una persona con tanta seguridad y confianza. Tienes unos ojos hermosos ¿Sabías? Transmiten tanto, que iluminan todo el lugar— levanté la cabeza para verlo.

—Wow, gracias.

—¿Gracias? ¿De verdad Gianna? Pero si eres una estúpida—golpee el saco con fuerza, una y otra vez.

Confie en ese idiota, le di cuatro años de mi vida y así fue todo. Algunas veces era un verdadero estúpido, pero resulta que quizas esa era su personalidad real.

¿Y qué iba a hacer con Max?

Escuché que golpearon mi puerta, en primera instancia ignore eso y seguí dándole golpes al saco. Pero volvieron a tocar y no tuve más alternativa que ir a abrir.

Cuando abrí, frente a mi tenía a una chica rubia.

—Hola— dije confundida.

—Hola... Lamento presentarme así de imprevisto. Soy Victoria, la h...— no la dejé terminar.

—La hermana de Max ¿En qué puedo ayudarte Victoria?

—¿Me permites entrar unos minutos? No te robaré mucho tiempo, lo prometo— me hice a un lado, permitiendole el ingreso a mi departamento.

Observó la bolsa y luego mi apariencia.

—¿Quieres algo para beber?— negó.

—No, estoy bien... Creo que iré directamente al punto de mi visita— me miró de frente.

—Te escucho.

—Conozco a mi hermano, no te conozco a ti. No sé qué pasó o pasa exactamente entre ustedes, pero parece que tienes un poder bastante peligroso en tus manos y yo como familiar necesito saber cómo vas a usarlo— la miré sin entender del todo.

—¿De qué hablas exactamente?— sonrió.

—Estuve acompañando a mi hermano últimamente. En una ocasión lo vi quejarse en una fiesta porque el postre tenía nueces, cuando a él no le disgutan. Llamó al camarero y le pidió helado y frutillas, pero no era para él. Luego lo de ayer, estaba comiendo en paz y de la nada escucho la palabra nueces y se puso pálido ¿Supongo que sabes lo que pasó después? — ella no estaba ayudando a mi confusión mental.