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•T/n•

Desperte por los rayos del sol que entraban por la ventana dándome directamente a la cara. Trate de despejarme un poco y después, me di cuenta de que no sabía cómo había llegado aquí, más bien, no tenía idea de absolutamente nada.

Estaba segura de que había bebido, al parecer demasiado, me alegra al menos despertar en mi habitación del hotel y que no haya nadie a mi lado.

Traté de recordar por unos minutos algo, cualquier cosa, por insignificante que esta fuera, pero no lo logré. Tenía un terrible dolor de cabeza, sentía débil cada parte de mi cuerpo.
Traté de buscar mi celular en la mesita alado de mi cama, siempre lo dejaba ahí.

—T/n como se te ocurre, no sabes ni cómo llegaste aquí y piensas que dejaste el celular en el mismo lugar de siempre—. Después de regañarme a mi misma, no quería levantarme a buscarlo, me mentalice para contar hasta tres e ir a buscarlo.

—Uno....Dos....Tres..... No puedo—por suerte Noah entro a la habitación.

—Hey, despertaste.

—No sabes cuanto me alegro que estes aquí.

—Me fui solo unos minutos, te ordene un desayuno para tu... resaca.

—¿Estuvo muy mal?.

—Peor de lo que podría contarte—arrugo la nariz—. Pero puedo decirte que hubiera estado peor si cierta persona no hubiera estado ahí—se sentó en la cama conmigo.

—¿Que?, ¿De que hablas?.

—Digamos que Aidan fue de gran ayuda para sacarte de ahí y..... no cometieras alguna locura.

Carajo, eso me hizo sentir tan, ni siquiera se como explicarlo, pero sabía que aún lo amaba con todas mis fuerzas, aunque también tenía claro lo que había pasado, así que oculte cualquier emoción que estuviera sintiendo ante Noah.

—¿E-el sigue aquí?.

—No, solo te trajo aquí en la madrugada, se aseguró de que estuvieras bien, espero a que te quedaras dormida y se fue.

—¿Sabes donde está mi celular?—traté de cambiar el tema.

—Ah, si—Noah se levanto, lo perdí por un momento cuando entró en por una de las puertas de la habitación, luego regreso con mi celular—. Ten, aún sigue apagado.

—Gracias—lleve una de mis manos a la cabeza, sentí un fuerte dolor—. Dios me está matando el dolor de cabeza.

—¿Quieres que vaya por unas pastillas?, la farmacia está cruzando la calle.

—Te lo agradecería mucho.

—No me agradezcas, casi te pierdo (literal) ayer y jamás me lo perdonaré.

—¿Eh?—pregunte confundida.

—Nada, nada, vuelvo en unos minutos—camino hacia la puerta y se detuvo—. Por cierto, deberías revisar tu celular—me sonrío y salió de la habitación.

Encendí mi celular, desde ayer que lo olvidé en la playa cuando hablaba con Jaden, no lo había encendido.

Apenas prendió empezaron a llegar notificaciones de mensajes, llamadas, y otras cosas, nada tan importante. Pero una de esas notificaciones llamo mi atención, era un mensaje de voz de Aidan...

No lo pensé y abrí esa notificación, en cuanto empece a escuchar, no se si era la resaca o su voz, pero sentía que estaba apunto de llorar, y aún no había dicho nada.

—Blythe, soy Aidan, amm.... se que no quieres hablar conmigo y tampoco escucharme, pero necesito decirte todo lo que no dije cuando hablamos esta tarde, estaba nervioso y ahora entiendo por que, era por que quería evitarme sentir, lo que estoy sintiendo justo ahora, esa sensación de que....de que te perdí.
Pero quiero que sepas, que a pesar de mis errores, de mis mentiras y de todo lo malo que he hecho... Te amo, y te juro que es el te amo más sincero que he dicho en toda mi vida. Desde el momento en que me enamoré de ti, traté de terminar con Hannah, porque solo te quería a ti, quería que fueras tu para siempre y no es excusa, porque jamás debí mentirte, tal vez si pudiera regresar el tiempo y decir la verdad, ahora esto mo estaría pasando.
No hay forma de justificarme, no hay excusa que valga la pena..... me equivoque.
Espero algún día puedas perdonarme y darme la oportunidad de estar en tu vida una vez más....
Por último, recuerdas aquella carta que te di en tu cumpleaños, antes de que... todo esto pasará, espero que puedas leerla.
Una vez más Te amo, te amo con toda el alma...

Me sentí paralizada, con un choque de emociones dentro de mi, y una lágrima deslizándose por mi mejilla. Fue como si su voz hubiera bloqueado todo lo que sentía en ese momento, olvide incluso mi pereza, en cuanto el mencionó la carta corrí hacia mis cosas para buscarla.

Después de hacer un desastre en mis maletas, la encontré. La miré por unos momentos para después abrirla....

𝘜𝘯 𝘷𝘦𝘳𝘢𝘯𝘰 𝘮𝘶𝘺 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦 (𝘈𝘪𝘥𝘢𝘯 𝘺 𝘛𝘶)Where stories live. Discover now