La hija del cementerio [Completa]

Prólogo

“Hace mucho tiempo atrás, después de los Juicios de Salem en 1693, en los estados de Massachusetts, Estados Unidos, quedó al descubierto una organización hasta entonces secreta, llamada La Sociedad de la Luz. Compuesta por cinco fuertes magos de luz y dos némacos (sin magia), que tenían gran influencia entre las máximas autoridades del pueblo de Salem y sus vecinos, pretendía cazar y matar a cualquier brujo que se encontrara escondido en el pueblo, ya que por las actitudes de algunos, la magia había quedado expuesta a los némacos. Quiero aclarar que, el pueblo némaco de Salem era imperioso, imponente y a su vez, estaba aterrado, por lo que matar fue la solución que decidieron aplicar a lo que no entendían. Un aquelarre compuesto por seis brujos nigromantes pretendía invocar un demonio desde la muerte. Dicha invocación recurría a magia oscura muy antigua que rompería las leyes que imponía la muerte misma, y a la vez, requería el sacrificio de cinco recién nacidos.

Cuando el tercer niño desapareció, el pueblo reforzó la búsqueda, y tres días después, un pueblerino nombrado Samuel Parris descubrió en la casa de su prometida; hierbas, frascos con sustancias altamente sospechosas y viseras de animales. La noticia corrió por todo el lugar, y fue, en ese momento, que los hermanos Walcott, hijos del Capitán Jonathan Walcott, hicieron un acuerdo con los cinco magos, ofreciéndoles protección a cambio de apoyo. Así surgió La Sociedad de la Luz y con ella, iniciaron los juicios de Salem que dieron caza a cada persona portadora de magia oscura.

La primera de las nigromantes en ser capturada fue Camille Osborne, la amada de Samuel, quien fue torturada hasta revelar el escondite de su aquelarre.

Camille era la más joven de todos y nunca estuvo de acuerdo con los métodos que pretendían. En cambio, su primo Giles Corey era una criatura hostil que solo la usaba para completar los seis nigromantes necesarios para realizar el ritual.

La bruja confesó además, los sitios donde enterraban a los niños vivos después de un ritual de bautizo. Si bien sonó mal desde el momento en que lo dijo, más triste fue al desenterrar los cuerpos de los cuatro bebés ya desaparecidos. El pueblo estaba devastado, aterrorizado; tanto así que, los juicios perdieron la objetividad y terminaron condenando algunas personas inocentes, solo porque “alguien” asumía que los había visto hacer brujería. 

La Sociedad de la Luz determinó que, debían enfrentar fuego contra fuego y les enviaron una propuesta al aquelarre, la cual aceptaron. Consistía en perdonar la vida de Camille a cambio de que se fueran del pueblo y nunca volvieran. Claro que esto solo era una cortina de humo. Pretendían atacarlos y terminar con ellos de una vez. Así que, la tarde del encuentro en la plaza de Salem Village (actualmente Danvers), el aquelarre fue atacado por los cinco magos de la sociedad. Ellos luchaban con firmeza pero los brujos eran resistentes, así que realizaron un encantamiento antiguo para hacer de sus cinco núcleos uno solo, unificando toda su energía. Ante esto, Giles decidió usar su carta bajo la manga… ” —interrumpe la lectura.

—¿Qué pasó mami? —Preguntaba a su madre, ansiosa por escuchar el final de la historia— ¿Qué hizo el horrible Giles?

Y así, entre historias de magia que divagaban entre la luz y la oscuridad, conseguía dormirse la niña Mara.