—te necesitaba—dice cerca de mi oído, con el sonido bajo de su voz compruebo que estaba llorando

—quieres contarme que pasa?

asiente y se aleja de mi

—todo empezó cuando—cruza una pierna encima de la otra—conocimos a ethan Elliot, todo iba muy bien sabes? —me voltea a mirar y noto algo raro

—sammy, abre la boca—le digo tomando su cara

—porque eres rara? — suelta una risita, pero se pone seria en cuanto ve que no estoy bromeando—okey, no se para que esa, pero lo hare

la abre

—puedes soplar? —me obedece—estuviste tomando?

—oh, sí, quieres un poco— se levanta y camina a la cocina

—no, que te pasa? nunca habías tomado—la sigo

—claro que si, en las fiestas—toma una copa y sirve de la botella de vino que había en el mesón

—eso tu padre no lo tenía guardado? —me pasa la copa, pero la alejo de mi

—sí, pero no creo que se dé cuenta—intenta tomar, pero tomo su mano bajando la copa de su boca—no seas amargada, si tomas un poco no va a pasar nada

—pero no es bueno, sammy

—tu no tomas hace mucho, ni siquiera en fiestas, no hay nada que temer, no vas a recaer si te tomas una pequeña copa

—sammy no lo se

—vamos, es un poco y no lo harás sola, lo haremos juntas, por fis— hace un puchero—si?

—está bien—bufo, ella acerca la copa y hace que tome un poco

sé que está mal, esta jodidamente mal, pero solo me quiero dejar llevar, no sé qué consecuencias traerá esto, no sé si son buenas o malas, sin embargo, ya no importa

—ahora vamos, tengo que contarte algo—toma mi mano jalándome, en su otra mano lleva la botella y su copa

nos sentamos y empieza a contarme, Al parecer la primera vez que hablo con Elliot se le hizo muy simpático y decidieron empezar a salir-yo supe algo de eso- su primera cita formal fue el catorce de febrero, el la llevo a cine y luego pasearon sin rumbo algo hasta que el la trajo de vuelta a casa, luego volvieron a salir algunas veces, pero nada serio, entonces paso lo de su madre y ella dejo de hablar con él y el tampoco nunca la busco, eso la desilusiono y el viernes termino todo contacto con él y se sentía mal por eso, yo le dije que no pasaba nada, que tal vez ninguno de los dos estaba listo para una relación en el momento y por eso no surgió nada

no sé cómo, no en que momento nos hemos acabado una botella y hemos empezado con otra, solo sé que el alcohol empieza a hacer efecto y me empiezo a sentir mareada y muy exaltada, creo que samantha igual, pero no creo que le importe mucho

se levanta, pone música y se sube a la pequeña mesa que hay en la sala a bailar, yo rio mientras la veo

—te vas a caer—digo tomando un sorbo del vino, creo que debería dejarlo

—aburrida—sigue bailando hasta que su pie se resbala y por poco cae—okey creo que algo puede salir mal de eso

suelto una carcajada contagiándola y así terminamos las dos, sentadas en el suelo riendo por media hora

—Estoy orgullosa de ti–comentó y ella deja de reír—estoy orgullosa de que sigas aquí, de que te levantes todos los días, de que hagas un intento por comer sano y tu deberías estar orgullosa de ti porque con cada cosa que haces me mantienes con vida, porque antes de conocerte la vida no tenía un sentido

Para poder olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora