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JungKook, 15 años.

TaeHyung, 16 años.

Lloró y sacó todo ese dolor junto a frustración que lo abarcaron, deseó haber ido a su lugar a relajarse pero allí sólo le traería recuerdos que, aunque son los más bellos que ha vivido, en estos momentos sólo le harían sufrir.

Reflexionó sobre su vida, lo que era y lo que quería ser. No quería darles el gusto en la manada de que lo siguieran viendo cómo un inútil, pero su debate era si en verdad él quería cambiar o sólo era presión y gusto de los demás, porque existía esa presión pero no quería cambiar por ellos sino por él mismo.

Su corazón estaba roto, concluyó eso, que estaba viviendo la experiencia de su primer corazón roto, sumado el rechazo de los padres del que provocaba ese dolor. Todo estaba mal en su vida, no pudo gustarle tal y como era, al único omega que amaría. No pudo agradarle a sus padres, a nadie. Todo por el simple hecho de ser la burla de la jerarquía alfa, es que ni siquiera debía serlo, quizás la madre Luna se equivocó con él.

Desde siempre a sufrido el rechazo de todos, esas palabras mal intencionadas, los insultos, los golpes, que lo señalen sin razón. Sus padres en su ignorancia de creer que cambiando de lugar las cosas mejorarían, sólo agravaron el problema, sólo pensaron en lo positivo que podría pasar y no en lo que la realidad les decía, pero ese cambio trajo algo bueno. Aquel omega de hebras doradas que hacía a su corazón acelerar, ese omega que lo había enamorado, su primer amigo, su primer amor. Kim TaeHyung, el omega que no era para él, el omega que estaba fuera de su alcance, el omega que merecía a alguien mejor, alguien capaz de protegerlo, ese omega que correspondió al beso de su Hyung, ese omega que nunca lo vería como un alfa, un alfa digno de su persona.

Es que si él fuera omega, seguro tampoco podría siquiera verle como algo más que un simple amigo. Y lo entendía, claro que lo hacía, pero eso no quitaba el dolor que provocaba.

Se preguntó, qué era lo que quería. Estaba cansado que lo señalaran, que lo vieran con burla, que se alejen como si tuviera algo que los contagie. Ya no quería ser el saco de boxeo de Kai y ni de nadie más, quería que lo respetaran como alfa, como persona, como su igual. Pero sabía que con palabras nadie le haría caso y por mucho que odie la idea, sólo siendo un alfa fuerte lo lograría.

Así que tomó una decisión.

Quiere poder defenderse, poder dar la cara y enfrentarse a cualquiera, ya no quiere huir, quiere demostrar que puede ser un perfecto alfa, con esfuerzo y dedicación. Sabe que no podría llegar a ser un alfa sin escrúpulos como fue criado Kai y muchos más de los alfas, pero sin duda quiere poder defenderse y proteger a los suyos, pero para eso debe tener a alguien que lo instruya. En la manada no lo hacen y él lo sabe, lo confirmó el primer día de su entrenamiento, pero sabe de alguien que sí lo haría, alguien que desde un inicio quiso entrenarlo y sus padres no lo permitieron.

Su tío, ese ser temible del que hablan.

Estaba decidido, se esforzaría para cambiar algo suyo para bien, se convertiría en un verdadero alfa y lo demostraría a todos, les dejaría claro que con paciencia y esfuerzo se puede mejorar.

Y claro, tal vez así en un futuro si las cosas cambian, optar por ser un alfa digno de TaeHyung, de mostrarle que pudo haber sido un alfa perfecto para él. 

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Su pecho no dejaba de sentir esa sensación extraña, esa opresión. No podía concentrarse en el acto que era partícipe, los vitoreo y miradas que sentía sobre él no lo dejaban, pero había una mirada más que hizo presencia por unos instantes, esa presencia que podía sentir cuando estaba cerca. Así que se alejó de la persona que había profanado sus labios por primera vez. Buscó con su mirada esa presencia pero no la encontró, lo que fue extraño, estaba casi seguro que ya había llegado. 

Imperfectly Perfect |KookV| (Omegaverse)Where stories live. Discover now