[Sálvame] Capítulo 2

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Cuando llego ya empiezo a oír las risas de los grupitos. Me siento intimidada por toda la escuela, todos me miran, todos se ríen de mi, toda su atención está puesta en mi. No soporto esto, todos los días, cuando llego, vienen Samuel y su grupito de amigos, si asi se les puede llamar, a pegarme o a llamarme cualquier cosa que, sinceramente, me ofende bastante. Estoy harta de esta gente, siempre la toman conmigo, hay mas frikis a los que molestar y siempre vienen a por mi. Intento llegar a la puerta de entrada antes de que Samuel llegue a mi, no me da tiempo y me coge por los brazos sin dejarme mover.

-¿Donde te crees que vas bicho?- sus amigos y el se ríen, mientras yo sigo intentando soltarme de el- Hoy vas muy poco maquillada, ¿no crees?

Se pone un mechero en la mano y cierra el puño, por un momento pienso que va a quemarme pero me pega un puñetazo en el ojo derecho, dejándomelo completamente sangrando. Yo corro hacia los baños, ignorando sus risas e intentando no cruzarme con la zorra de Madison y sus perritas falderas, Lilianne y Alba. Como no tengo mucha suerte me las encuentro en el baño. ¡Mierda! ¿Por que nunca tengo suerte? Intento salir antes de que se den cuenta de que e estado allí, pero Lilianne ya me ha visto.

-Mirad, el bicho. ¿Que te ha pasado?- me coge de la mano e intenta estirar de mi, pero yo hago fuerza y salgo del baño- ¡No saldrás viva de aquí zorra!

Me grita mientras yo corro y me meto en el baño de los profesores, es el unico sitio donde puedo hacer lo que quiera ya que ningún alumno puede entrar, excepto yo. Los profesores me dieron una llave para poder entrar, sabían que sufría bullyng y, como no son como la resta de alumnos, me ayudaron a intentar salvarme y esconderme. Busco mi cuchilla por la mochila mientras me miro el ojo y empiezo a llorar. Las lágrimas empiezan a escocerme en el ojo dañado, pero me da igual. Sufro demasiado. ¿Porque yo? ¿Porque soy tan fea y no soy como las demás? ¿Porque yo no puedo ser popular y tener ese cuerpo que tienen todas? Es como si el universo me hubiera elegido como candidata para tener la peor suerte del mundo. Desearía no haber nacido o al menos que mi padre no hubiera muerto, el me hacia feliz y si no hubiera muerto mi madre no me pegaría casi cada día, tendríamos una casa decente, con comida cada día y noche y sin drogas y constantes robos a mano armada. Por fin encuentro la dichosa cuchilla y empiezo a cortarme, las marcas de la ultima vez que lo hice ya se han ido, se han cicatrizado. Cuando llevo el quinto corte, el lavabo esta lleno de sangre y mi brazo también. A veces me da miedo hacerme demasiado daño, pero por otra parte pienso que me moriría y dejaría de sufrir, que es lo que quiero. Cuando oigo el ruido de la llave abriendo me apresuro a taparme con mi chaqueta y a limpiar el lavabo. Escondo la cuchilla y salgo de ahí, dejando entrar a la Sta. Robson, la profesora de ingles.

Suena el timbre de clase y yo espero escondida a que se vaya todo el mundo para poder ir tranquila hasta clase. Siempre llego tarde. Por el camino intento no mirar a la cara a los profesores, y miro al suelo. De pronto me choco contra alguien, los dos caemos al suelo y por un momento pienso que se va a reír de mi, o me va a pegar o va a decirme cualquier tontería ofensiva, pero no, todo lo contrario.

-¿Estas bien? ¿Te ayudo?- me ofrece la mano y yo me aparto.

-No, gracias.

El chico frunce el ceño y se va. Es moreno, con los ojos verdes y una mirada penetrante; Va vestido con una sudadera de la escuela y unos vaqueros. Es bastante alto y tiene unos andares de macho alfa, no sé si se dice así pero camina como un líder dominante. Recojo mis cosas y entro en clase. Todos se me quedan mirando y cuando me dirijo a mi asiento Alba me hace la traveta y me caigo al suelo. Mientras yo intento levantarme todos se ríen de mi, no puedo levantarme porque Alba y Aaron, uno mas de los que se ríen de mi, me aprietan contra el suelo. Entra el profesor y enseguida quitan los pies y yo salgo corriendo a mi sitio, atrás del todo. Desde que empezé secundaria he tenido la mesa de al lado vacía y nadie la ocupaba porque no querían sentarse con "el bicho". Nunca he entendido ese apodo, siempre me llaman así y nunca he sabido por que lo hacen.

-Buenos días alumnos, sacad los libros y abrid por la pagina...- alguien abre la puerta irrumpiendo al profesor. Es él, ese chico que antes me "ha ayudado". El profesor le indica que se siente al lado mía y en cuanto me ve me sonríe. Todos se quedan mirándome y Lilianne, Alba y Madison maldicen entre dientes no tener un asiento libre a su lado para poder sentarse con este... este... tío bueno.

-Hola- me dice susurrando. No respondo por miedo a que me diga algo, si no sabe nada de lo que me hacen tarde o temprano se enterará y se unirá a ellos a esta tortura continua que me hacen- ¿No me vas a hablar?

Sigo sin responder, y él me insiste varias veces hasta que acaba la clase. Espero a que todos salgan para poder salir tranquilamente, y el espera conmigo. Veo a mi hermana en la puerta que me hace señas de que salga. Yo me levanto y salgo de allí.

-¿Que pasa?- le pregunto. Esta llorando, sudando y parece muy agobiada.

-Es mamá.

-¿Que ha pasado?- se queda sin habla y llora, cada vez mas y mas.

-Ha... Mamá ha...- no le salen las palabras, así que saco una conclusión de todo esto. Mi madre ha muerto, estoy segura de que es por sobredosis.

-¿Ha muerto?- asiente muy despacio y empiezan a brotar mis lágrimas, una tras otra, como una cascada.

Aunque mi madre me pegara, me maltratara, me quemara o cualquier cosa que me hiciera yo la quería, muchísimo. Yo sabia que esto le pasaba por la muerte de mi hermana y mi padre, ella no quería, antes no era así. Lo hacia inconscientemente, no se daba cuenta hasta que acababa. Era una buena madre y siempre lo será. Lloro cada vez mas y mas alto, mis lágrimas parecen las cataratas del Niagara. Veo como una mujer joven se acerca a nosotras y nos coge a las dos por la espalda, llevándonos hasta su coche. No se quien es y no se donde vamos, pero Elsa no se queja y ella debe de saberlo todo, así que la sigo y me limito a callarme. Entramos en el coche y la chica nos explica que hacemos ahí.

Sálvame  (#wattys2016)(#WYNA2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora