Rivales || Michaeng

Extra 6

Mina estaba muy alegre, más de lo que recordaba haber estado alguna vez. ¿Cómo no? Hace unos dos días, la noche del baile de invierno, fue el momento más emocionante y hermoso de su vida.

Pasaron muchas cosas, ella terminó bebiendo, comiendo alegremente y felicitando a Sana y a Tzuyu por ganar como reinas del baile.

Aunque el acontecimiento principal de aquella noche fue la declaración más tierna y hermosa que le había dado Son Chaeyoung, su Chaeyoung.

Bailaron juntas muchas veces, mirándose a los ojos con dulzura e ignorando las miradas curiosas de los otros compañeros. Sobra decir que también se dieron varios besos, Mina amaba los suaves labios de la bajita.

Y no, no fue un sueño. Esa noche, después de que Chaeyoung la despidiera tímidamente frente a su casa, ella se lanzó un balde de agua fría para asegurarse de no estar dormida. En realidad, fueron dos baldes, para rectificar. Una nunca sabe.

Al día siguiente no lograron verse, para la desgracia de las dos chicas. Mina tuvo que asistir a una reunión familiar y estuvo todo el día de muy mal humor.

Sakura alzaba una ceja, riéndose un poco. Mina evitaba mirarle a los ojos, como su hermana llegara a enterarse de lo sucedido con Chaeyoung, en cuestión de segundos toda la familia lo sabría.

Y lo menos que necesitaba era que sus padres se enteraran sorpresivamente, Sachiko seguro estaría montando una fiesta de celebración pero a Akira no la agradaría la idea.

Prefería decirles por su propia boca, cuando se sintiera preparada, o cuando Chaeyoung se dignará tener ovarios y fuera a la casa a hablar con sus padres.

El domingo fue lo mismo, Chaeyoung no podía dejar solos a sus padres, ya que querían almorzar juntos. Lo único positivo fueron los mensajes de texto que intercambiaron. Mina sonrió al recibir el primero, preguntándose donde había encontrado su número la bajita.

Sospechaba de cierta japonesa.

Y aquí estaban, un lunes, en el instituto. Ya a estas alturas, todos debían saber que entre Myoui Mina y Son Chaeyoung había algo. No eran amigas, aún no, eran mucho más. (Super amigas ¡Yey!)

Mina estaba sentada en una de las mesas del patio, mirando hacia el aparcamiento, esperando a cierta chica de ojos marrones y sonrisa angelical.

—Estoy frustrada. —Fue el comentario inútil que hizo la chica castaña.

—¿Por qué? —Sana estiró los brazos, ella también esperaba a Tzuyu.

—Hace dos días que me he besado con Chaeyoung y le dije que la amaba, no la he visto desde entonces. —Su tono fue sarcástico, se cruzó de brazos, mientras movía la pierna —¿Qué se supone que somos ahora?

—¿Rivales con ciertas actitudes cariñosas? —La japonesa tentaba a la suerte con su chiste, vio los ojos chocolate asesinarla y alzó las manos —. No me mates, era broma. ¿No querrás dejar a Tzuyu soltera, verdad?

—La haría un favor. —Rodó los ojos.

—Pff, claro —chistó con gracia, echándose el cabello hacia atrás —. Ya quisiera ella encontrarse otra novia como yo.

—No le deseo tanto mal, Sana. Espero que no existan dos como tú, con una me basta. —Mina movió las manos, esperando que la japonesa se picara.

—¡Oye! Que tú no eres Miss simpatía. —Le dio un golpe en el brazo, la castaña Sonrió —. Soy increíble y estoy segura de que Tzuyu piensa igual.

Una voz tras ellas respondió, divertida.

—Tienes razón, Sana. —Tzuyu sonreía con dulzura a su novia, la sonrisa resplandeciente de la japonesa se mostró en sus labios —. Eres maravillosa. —Se sonrojó.