Deseo Prohibido [2da Temporada] PAUSADA

Capitulo 5

Maratón 3/3

No entendía muy bien el por qué estaba comenzando a actuar extraño, a comportarme como alguien opuesto a mí. Quizás era causa de los problemas que estaban surgiendo en mi vida y, como una vez había escuchado, mi mente intentaba crear una barrera para que mis sentimientos no se vean afectados y, de esta manera, mi comportamiento y pensamientos cambiaban.
Aunque me propusiera entenderlo ...me era casi imposible, la psicología no era lo mío aunque en noveno grado había tomado todo un semestre de dicha materia para hacerle compañía a un ex-amiga.
Miré mi aspecto en el espejo del baño: mis labios pintados de rojo, mis ojos excesivamente delineados, mi cabello teñido de negro y desarreglado, mi ropa rasgada y de colores oscuros. Me veía exactamente como, unas semanas antes, hubiese odiado verme.
Salí del baño y tomé mi bolso y libros dispuesta a dirigirme hacia la escuela…
La reacción de mis compañeros fue, exactamente, la que esperaba. Todos me miraban sorprendidos como si se tratara de un alienígena recién llegado de Saturno.
Abrí mi casillero y observé las fotos pegadas en la puerta acompañadas del ridículo espejo enmarcado en felpa rosa. Tomé una caja de mi mochila y despegué una por una todas mis pertenencias que me recordaban a mi “antigua yo”.
-Falta mucho para Halloween, lo sabes ¿no? –preguntó Chaz apoyándose en la puerta del casillero continuo al mío.
-No molestes –me limité a contestar ignorándolo lo más que pude.
-Esta no es la solución, ____ -dijo mirando mi atuendo.
-¿Acaso te pregunte? –cerré la pequeña puerta de lata fuertemente provocando, de esa manera, que todos los que nos rodeaban se voltearan a vernos.
-Entiendo que estés enojada, de hecho creo que es lo mejor que podrías hacer, pero aun así creo innecesario que vistas así. Es obvio que haces esto para fastidiarnos ya que sabes cómo odio que la gente sea tan deprimente pero…
-Cierra la boca, Somers –exclamé a punto de explotar del enojo-. No todo gira a tu alrededor, ¿sabes?
-¿Qué hiciste con mi mejor amiga? –dijo serio.
-Se quedó en el pasado…
Giré sobre mis talones y me encaminé hacia el contenedor de basura donde deseché la caja con mis viejas pertenencias.
Miré por encima de mi hombro, Chaz seguía en el mismo lugar con la quijada apretada. Solté un largo suspiro de frustración mezclada con tristeza y seguí caminando hacia el salón de Historia.

Próxima parada: Justin Bieber…

El salón aún estaba vacío, como era de esperar. Cerré la puerta a mis espaldas y la aseguré con candado. Todo estaba en perfecto orden como era costumbre un Lunes a primera hora.
Abrí mi mochila y saqué una pequeña caja de herramientas que pertenecía a mi padre. Era emocionante, de hecho, jugarle alguna que otra broma a quién había jugado con mi corazón.
Con aerosol escribí en grandes letras rojas una frase que había deseado gritarle a Justin en cuanto lo vi con su “prometida” en la pared impecable que se extendía detrás del escritorio de Bieber.
Sonreí de costado disfrutando de la perfecta vista, nada podría salir mal en mi plan…

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