-Capítulo único-

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N.O.

-Bueno- Dijo, sin siquiera saber cómo seguir-... es algo complicado de decir así nada más.- Ellos lo miraban, curiosos o quizá confundidos por la manera en que Skeet se comunicaba, él no suele ser nervioso y ahora lo estaba siendo demasiado.

Sabía que era hora de decírles, sabía que tampoco tenía que presionarse para hacerlo, también sabía que sí quería, no les decía y punto. Pero era algo... descomunal. Nunca había pensado tanto hasta en ese momento.

¿Qué pasa si no lo aceptan? ¿Qué pasa si ellos lo niegan y le dicen que en la adolescencia simplemente uno está confundido?

Ni siquiera su mejor amiga lo sabe. Uña y mugre pero ni ella podía deducir el tema en el cual el cerebro de Skeet se quema diariamente. Siquiera se entera cuando él se encierra en el baño y se mira al espejo por horas, observando sus pechos o observando su desabultado entrepierna. Mirando su rostro lampiño o sus ojos los cuales sólo quieren llorar. Lleno de disforia, pero sabiendo que es algo normal, y que cuando crezca va a cambiar. Que cuando sea mayor se irá de casa, dejando atrás a sus estrictos padres y vivirá la vida como le pinte vivirla.

Da lo mismo, total, si ellos no lo quieren, es su problema. Es válido por lo que siente, es válido estar angustiado a veces.

Si se queda sin amigos, da igual porque se tiene a sí mismo. Pero aún con la mente más positiva que nunca, le aterra la idea que ellos se alejen.

-Te esperamos hasta que encuentres las palabras correctas.- Habló Reeve, quién se mostró comprensivo, algo que lo llenó de esperanza.

Pero seguía sin saber que decir. Era algo que, literalmente, va a cambiar su vida. Para bien o para mal.

Tiene claro que sus amigos no son sus padres, y que ellos van a reaccionar distinto. Sabe que sus amigos no le van a gritar ni quitarle el teléfono un mes, menos ser obligado a maquillarse o a usar vestidos sólo porque sí.

-Sí, tú tranquilo.- Djo Kai pasando por alto la "O" que terminó la frase, y como buen adivino adivinó lo que quería decir Skeet en primer lugar.

Pero él no se había dado cuenta hasta que la de mechones azules intercambió miradas confundidas con Skeet y el pelirrojo.

Solamente aclaró su Garganta- Escuchen, chicos. Los reuní hoy solamente para decirles que soy hombre.- Nunca pensó decir eso, era tan justo, quizá pareció que era insensible o no lo sabía. Siempre se hacía discursos en su cabeza pero ahora no dijo eso, sólo lo comentó como si fuera una cosa trivial.

Tragó saliva con dificultad, tan nervioso que juró que el sudor corría por su rostro.

Vanessa soltó una risa pequeña- Pensé que nos ibas a decir algo terrible, como si se te hubiera muerto el hámster.-

Skeet rió de alivio, pero no precisamente por el chiste de su mascota. Entonces, lo que contó no era tan malo, es mas, parecía que lo aceptaban- Y... ¿Qué piensan?-

𝙀́𝙇 ⇄ 𝙏𝙃𝙀 𝙃𝙊𝙇𝙇𝙊𝙒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora