Picnic • [TaeKook] •

• ú n i c o •

— Su relación era un poco complicada, YoonGi no quería estar en una relación y Jimin no quería que YoonGi estuviera con alguien que no fuera el, a mí parecer Jimin le hizo un amarre o algo, no lo se, porque YoonGi juro nunca ser hombre de una sola cama. — Soltó para luego reír y JungKook juro que la risa de TaeHyung era el sonido más hermoso del universo, o al menos para el. — Y la idea de la confesión, se le ocurrió a Hoseok, pero aquí entre nos, era obvio que lo propuso solo para que Solar lo viera sin camisa y todo sudado. —

— Me hubiera gustado verlo... — JungKook estaba maquinando todos los engranes en su cabeza para poder decirle todo lo que sentía a TaeHyung de una vez.

— ¿A Hoseok modelando sin camisa o como Jimin y YoonGi casi se comían en medio de la cancha?, igual las dos fueron asquerosas. — Pronunció riendo entre dientes.

JungKook quedó pasmado, no se refería a eso pero no había marcha atrás y tenia que ser valiente. — Ninguna de las dos pero Tae, ¿Te puedo decir algo? — Solto, presionando duramente su labio inferior por los nervios.

— Ehh, claro. Pero antes- —

— ¡Chicos!, perdón pero tendrán que irse ya va a ser la 1:30 am y es peligroso estar conduciendo a estas horas. — Un hombre anciano los interrumpió, JungKook no podía sentir más desesperación que en ese momento, no sabía cuándo se había hecho tan tarde y ni siquiera había podido decirle nada a TaeHyung.

— Oh, claro señor. Ya nos retiramos. — Observo como TaeHyung recogía todo y lo metía en la canasta y al levantarse se apoyaba en su hombro. — Tranquilo, de camino a casa me lo dices, la noche todavía no acaba Kook. — Fueron de camino al auto y JungKook podía sentir como si todos los nervios de su cuerpo le impidieran subir.

— ¿Pasa algo? — negó ante la interrogativa que de TaeHyung y subió al asiento del piloto como si no sintiera que algo malo estaba por pasar.

El camino fue relativamente tranquilo, ninguno hablaba pero no era un silencio incómodo, así estaban bien. Las calles estaban solitarias y sin ningún sonido, pacíficas, hasta que un ruido ensordecedor y una luz blanca arrasaron con toda su paz.       

Para cuendo JungKook abrió los ojos se encontraba entre la abertura de la puerta del auto y el cristal de la ventana, sentía un pitido molesto en los oídos y su pierna izquierda dolía como la mierda, además de la sensación de que un líquido pegajoso estaba recorriendo su brazo, aunque extrañamente este se encontraba caliente.

Se reincorporó confundido y le tomo un par de segundos darse cuenta de que había pasado. — ¡TAEHYUNG! — Grito con todas las fuerzas que pudo, y obtuvo como respuesta una tos baja.

— ¡TAEHYUNG! — Las lágrimas bajaban por su rostro limpiando un poco los restos de tierra y sangre que había en su rostro. TaeHyung estaba tendido en suelo de la carretera, pareciera como si hubiera salido disparado por el parabrisas ya que este se encontraba roto.