Picnic • [TaeKook] •

• ú n i c o •

— ¡JungKookie!, lamento llegar tarde, ¿aún podemos ir al lugar que querías? — JungKook sintió ganar de llorar de la felicidad en ese momento, TaeHyung no era muy cariñoso que digamos y que lo estuviera siento el mismo día en el que se declararía lo hacía aún más especial, lastima que no noto el tono plano y nostálgico de TaeHyung al pronunciar esas palabras.

— C-Claro, vamos. — JungKook, no podía estar más feliz pero a la vez nervioso, era una mezcla extraña que hacia que miles de sensaciones revolotean en su ser. Lastima que no hizo caso a estas señales de alerta de su cuerpo que pedían quedarse en casa con TaeHyung.

Para esta ocasión en especial JungKook le había pedido prestado el auto a NamJoon, y Nam como buen hermano accedió con la condiciones de que no hicieran cochinadas en el.

Cuando entraron en el auto vio a TaeHyung tensarse y rápidamente recomponerse, no quiso preguntar nada al respecto así que arranco camino a un bosque un poco alejado pero que era usado como campamento para niños, aunque a esta hora ya estaría vacío,

— ¿A donde vamos?, JungKookie, te veo y me veo a mi y no sé si estoy vestido para la ocasión. — El tono de Tae seguía siendo plano, sin vida aunque simulando diversión. Pero otra vez debido a la emoción y adrenalina del momento JungKook no lo noto.

— Estás bien, Tae. Además solo seremos tú y yo, no te preocupes. — Aún no se acostumbraba a que Tae lo llamara de esa forma, lo sentía íntimo y entre parejas, algo con lo que siempre soñó. De repente vio como TaeHyung respiraba hondo y luego se estremecía. — Aproposito, Tae ¿Estás bien?, haz estado raro. —

— ¿A-A que te refieres?, es solo que estoy nervioso porque tengo algo importante que decirte, no te preocupes JungKookie. —

Mentiría si dijera que a JungKook no se le removió todo el cuerpo con la sola idea de que TaeHyung le quería contar algo tan importante que lo tenía nervioso.

— E-está bien, esperemos a llegar y hablamos, también traje algo para comer. — si las mejillas de JungKook fueran una fruta, serían un par de tomates de lo rojas que estaban, TaeHyung sería un tonto si no se daba cuenta de que estaba apunto de tener una cita con JungKook y no una salida de amigos como las que siempre acostumbraban.

Cuando llegaron, los planes de JungKook se cayeron frente a sus ojos, o bueno, la mitad de ellos. En el lugar habían aproximadamente dos familias pasando el rato y niños que estaban jugando de aquí a allá. No es que JungKook odiara a las personas, pero el realmente tenía la ilusión de estar a solas con TaeHyung en ese lugar.

Juntos escogieron la mesa más alejada al bullicio de las familias, y para su buena o mejor dicho mala suerte, estás se fueron media hora después de haber ellos llegado. En ese momento a JungKook se le iluminaron lo ojos, en cuanto estuvieran totalmente solo tomaría valor y le confesaría sus sentimientos, lastima que no pudo.

TaeHyung se encargó de llevar la conversación a temas que no tenían nada que ver con la cita inconsciente que estaban teniendo, hablaba de el partido de hace unos días, el videojuego nuevo que compró, de como su notas habían estado bajando en la universidad, pero nada que pudiera usar como excusa para sacar el tema del amor.

— ¿Sabes?, ¿recuerdas a YoonGi? — JungKook solo asintió, recordaba vagamente que TaeHyung lo había nombrado como parte de su grupo de amigos en la universidad. — Bueno, por fin se le declaró a Jimin, fue en el partido de americano, cuando terminó el juego los demás chicos del equipo y yo nos sacamos la camisa para que Jimin viera las letras que para confesarse escrita en nuestros pechos, fue muy gracioso ver cómo muchas chicas pensaron que la confesión era para ellas.

— ¿Qué?, ¿ellos no eran ya pareja? — ciertamente JungKook se encontraba confundido, muchas veces había visto a Jimin y YoonGi en los vestuarios de la cancha besándose y haciendo quien sabe que cosas. — ¿Y como que mostraron el mensaje sacándose la camisa? — le molestaba aceptar que le irritaba en demasía que chicas y chicos hormonales habían visto a TaeHyung sin camisa y sudado después de un juego.