Abril y los demás entraron a la nave y lograron ver unos cuantos cadáveres de soldados en los pasillos. Estaban aterrorizados. Caminar sobre unos cadáveres no debe ser algo fácil de hacer, y más para personas que nunca han estado en un campo de batalla donde muere mucha gente.
─Es tal y como lo dijo Hanazawa: Freezer los asesinó a todos─ dijo Kisugi.
─E-es un monstruo─ Bokuto estaba apunto de vomitar al ver a un soldado rodeado de sangre y con un trozo de cabeza faltante.
─Freezer... vamos a hacerte pagar por todo lo que haz hecho─ pensó Abril con seriedad mientras seguía por los pasillos que parecían no tener fin.
Finalmente llegaron a una habitación que tenía la puerta abierta y... ¡las siete esferas del dragón estaban ahí! Todas reunidas.
─¡Miren, amigos!─ exclamó Kisugi con una gran sonrisa.
─¡Todas están aquí!
─¡Hey! ¡Hey! ¡Hey!
─Tenemos que sacarlas afuera porque sino el dragón destruirá la nave en el proceso─ dijo Kisugi y los dos asintieron seriamente.
Mientras tanto, Gen seguía controlando a Dodoria.
─¡H-hanazawa! ¡Apresúrate, te lo ruego! ¡Sólo puedo contenerlo por un minuto más!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─¡Jajaja! ¡Sólo tengo que esperar un minuto y el hechizo de ese tonto desaparecerá!─ dijo Dodoria─El idiota de Cui estaba desesperado por atacar y por eso murió, pero yo no soy como él, y lo demostraré, venciéndolos a ambos cuando este hechizo se termine.
─¿Eso crees? ¡Pues prepárate!─ Hanazawa estaba preparando una energía potente entre sus manos para atacar al grande, pero de pronto...
Un rayo rozó la mejilla derecha de Hanazawa, haciendo que sangrara, y ese rayo atravesó el hombro izquierdo del mentalista...
─¡GEN!
Gen se cayó del poste de madera e impactó contra el suelo, totalmente debilitado, y el hechizo se rompió antes de tiempo, dejando a Dodoria en libertad.
El responsable de eso fue Freezer, quien estaba detrás del rubio.
─¡Gran Freezer!─ Dodoria se alegró de ver a su maestro.
─No, maldita sea. Estábamos apunto de acabar con el gordo─ pensó Teruki, frustrado.
Y ahora tenían que lidiar con este temible villano que tenía un poder abismal, y ellos dos no le harán ni cosquillas ni combinando sus mejores ataques.
Freezer descendió y se acercó a su soldado.
─Gran Freezer, muchas gracias por haberme salvado. Los trucos de ese tipo de bata morada son extraordinarios. Por culpa de eso perdimos a Cui... ¡Pero con usted en la batalla vamos a acabar con estos microbios!
