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𝕮𝖆𝖕 11. 𝕰𝖘𝖙𝖔𝖞 𝖛𝖎𝖛𝖆 》🌱

─Oigan chicos─ le habló Izawa al resto─. ¿Quieren jugar al Twister?

─Ay, no lo he jugado desde que era un pequeño mentalista─ dijo Gen con algo de nostalgia.

─Cuenten conmigo─ respondió Hanazawa.

─¡Hey! ¡Hey! ¡Hey!─ respondió Bokuto, dando a entender que sí.

─¿Juegas con nosotros, Abi?─ le preguntó Kisugi.

─Quizás luego. Quiero hablar con Zarbon-chan de una cosa y ya volvemos, ¿les parece?─ tomó al más alto del brazo y fueron al frente de la casa a hablar.

─Mmmm esto me parece muy sospechoso─ Kisugi los observó fijamente mientras se iban.

─¡Kisugi! ¡Date prisa antes de que anochezca!─ lo apresuró Bokuto.

─¡Pero si apenas son las cuatro treinta, baboso!─ le dijo Hanazawa.

─Bueno, un jueguito rápido y luego iré a ver qué se traen entre manos estos dos─ pensó.

Abril y Zarbon se sentaron debajo de un árbol que hay en la entrada de la casa del padre de Izawa. De ese árbol se desprendían hojas amarillas y anaranjadas. El otoño se acercaba.

─¿Por qué me trajiste, Abril?─ le preguntó el alto.

─Quería decirte en privado que eres la mejor persona del mundo.

─¿Enserio? ¿Mejor que tu amigo?

─Kisugi va a ser mi mejor amigo toda la vida, y el primero de muchos otros que tuve que enserio se preocupa por mí, pero tú eres como yo, y eso hace que quiera abrazarte todos los días apenas sale el sol─ le abrazó uno de sus brazos fuertes.

Zarbon sonrió con ternura y le acarició la cabeza.

─¿Sabes algo? Te veo como una hija.

─¿U-una hija?─ quedó sorprendida por lo que dijo.

─Ya sé que ya tienes padres, pero como no podemos ser pareja por la diferencia de edad, al menos puedo ser tu padre.

─Un padre muy viejo─ rio ella y Zarbon le despeinó el pelo.

─Atrevida─ rio─. ¿Cómo me vas a decir viejo? Mi edad es grande pero mi cuerpo es más joven que el de un niño de cinco años.

─Tu rostro es joven y hermoso─ dijo ella acariciando su mejilla. Zarbon sintió que su corazón latía muy fuerte y su mente se disparó hacia esa época tan lejana donde aún no era soldado de Freezer. Era una persona humilde que solamente cuidaba de ese ser tan importante para él, y Abril le hacía recordarla─. ¿Zarbon-chan? ¿Estás bien? Te quedaste callado.

─Ah, sí, perdón─ rio levemente─. Es que me hiciste recordar a alguien por esa muestra de afecto...

─¿Quién es? 

─Te lo diré en otro momento.

─Ah─ se quejó ella─. Nunca me cuentas nada─ se cruzó de brazos, haciendo berrinche como un niño.

─Primero quiero que me cuentes toda tu historia. El origen de tu depresión, la gente que te hace daño, y todo lo que te haga mal, quiero que me lo cuentes todo.

─Está bien. Es una larga historia.

─No me importa. Quiero que me lo cuentes.

─Bueno─ se arregló la garganta para hablar─. Cuando era niña era una persona feliz y me conformaba con lo que sea. Sentía que el mundo estaba en mis manos, podía ser lo que quiera sin que nadie me diga nada, mis padres vivían sorprendiéndome, y yo me sentía despreocupada, pero cuando entras a la secundaria, te ves obligado a madurar, a hacer a un lado las cosas infantiles, a vestirte como adolescente, a entrar en la sociedad, en algo en lo que vas a sentir que nunca encajarás... y eso te hace sentir que la vida solamente es buena cuando eres niño. Luego debes sobrevivir por tu cuenta, pero yo no siento que vaya a lograr nada después de todas las cosas que me han dicho, no sólo mis compañeros de clase sino mi propia familia...