Bokuto se subió a la moto de Kisugi junto con Abril. Apenas entraban los tres, pero iban cómodos. Bokuto se hizo un gran amigo de Kisugi al instante, ya que ambos son amantes de los deportes. Kotaro destaca en el voleibol y Kisugi en el fútbol. Y también comparten un cierto orgullo que los hace querer anotar varios puntos en cada partido, si no hacían ni uno se iban a sentir una vergüenza de por vida.
La única diferencia con ellos es la edad. Bokuto es dos años mayor que ellos, aunque Kisugi está a unas pocas semanas de cumplir diecisiete años, y a Abril le quedan como ocho meses.
Mientras ambos deportistas hablaban de partidos que ganaron y otra cosa relacionada con los deportes, Abril observaba el mar con tranquilidad. Estaban pasando por la playa Miho no Matsubara, uno de sus lugares favoritos y un gran destino turístico de la prefectura de Shizuoka.
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Estaba muy feliz de haber hecho un nuevo amigo, que por más que a veces sea un poco loco, sigue siendo una buena persona como Kisugi.
Ella sentía que le debía la vida a su amigo por hacer que la suya ya no sea tan miserable como antes. Él era como un ángel que cayó del cielo. Su primer amigo en años. Los amigos que tenía en primaria no eran malos, sólo que no pasaba todo el tiempo con ellos como lo pasaba con Teppei. De vez en cuando los invitaba a su casa o ella iba a la de ellos, también hacía los trabajos de la escuela con ellos, e iban a lugares como MCDONALD'S o el centro comercial, pero con la compañía de su mamá.
Y pensar que ahora ya ni puede invitar a nadie a su casa a pasar la tarde o a salir con su mamá. Le da vergüenza que ella esté encima de sus amigos y siempre le recuerde a Abril que debe servirles algo para comer (porque ella a veces es muy olvidadiza), la hace sentir que no es buena recibiendo a sus amigos cómodamente, como si fuera una niña a la que tuvieras que decirle qué hacer todo el tiempo porque ella no puede hacerlo por sí sola. También le molesta que su madre le ande reclamando todo el día que limpie su cuarto, cuando ella sabe que lo debe hacer. Aunque su cuarto tampoco es tan desordenado en un día "normal": nunca tiene ropa tirada en el piso, no tiene el cuarto desordenado en general... Lo único sería que tuviera algún papel en el piso por hacer tantas manualidades, cosas innecesarias en su mesa de luz, y un poco de polvo en los muebles. "Hay cuartos peores y ella se queja de que el mío es un desastre", piensa Abril siempre. Su madre dice: "Usted ya es una señorita y tiene que saber que no puede traer gente a casa teniendo el cuarto así". Esas palabras a ella la irritan y mucho. Odia que sus padres le digan "señorita", y odia que le digan "mi niña", en público. No existe una palabra que le guste para cuando le tengan que hablar. El punto es que Abril piensa que no hay razón de dejar el cuarto "impecable", si sus amigos no van a ir a su casa a mirar que esté limpia, y no les va a molestar que haya un poco de polvo en los muebles. Y para salir no le gusta que su madre ande escuchando las conversaciones que tiene con sus amigos, y siempre comenta que ella dice cosas inapropiadas cuando no es así. Entonces decidió que ya nadie iba a poner un pie en su casa. Habló con Teppei de eso y él como buen amigo lo entendió. Lo que menos le gustaba a Teppei era hacer que Abril se sienta incómoda.
