¿Que Te Detiene?

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--- ¿Te la pasaste bien, Yuu?--- cuestionó Katsuki colocándole un abrigo delgado a su hermana antes de dejar la guardería.
--- ¡Si! ¡Muchas gracias!--- respondió su hermana con una sonrisa de oreja a oreja, dejando que su hermano le acomodara su ropa.

Katsuki sonrió ante esto y cargo a la menor en sus brazos, caminando a la par de Aizawa, quien se veía algo pálido al igual que la maestra.

--- Bueno, nos vemos el lunes, niños.--- murmuró la peliblanca con una sonrisa amistosa, por lo que los dos contrarios asintieron ante esto, dirigiéndose hacia la salida para poder ir a los dormitorios sin problema alguno.

Aizawa estaba demasiado silencioso para el gusto de Bakugou, pero siendo sinceros, el docente siempre tiene pensamientos extraños que el no quería conocer así que simplemente lo dejó ser.

--- Oye, Suki, estaba pensando, ¿Mamá no estará preocupada de que no esté en casa?--- susurro en su oreja, por lo que Shouta fue incapaz de escuchar.
--- Seguramente está enojada, como siempre, ¿Quieres regresas a verla?---

--- No.---

--- Pues entonces no lo haremos.--- la niña soltó una risita por esto, acomodando su cabeza en el hombro de su hermano para dormirse un rato.
--- No soy tu cama, Yuu, espera a que lleguemos a la UA.--- la menor asintió, pero le dio igual, de todos modos se quedó dormida encima de su hermano.

Katsuki suspiró pero siguió caminando.

Eri, por su parte, al ver aquello quiso intentarlo y Shouta  no tuvo corazón para negarlo, así que dejo que la pequeña de acomodara en su cuerpo para que después sintiera los suaves ronquidos de la la peliazul.

--- Bakugou.--- hablo el docente mientras esperaban a que el metro llegara, sentados en una de las muchas bancas que habían alrededor de la estación.
--- ¿Hay alguna razón por la que no quieres que te ayude?--- el chico se tensó ante esto, apretando sus labios mientras abrazaba con un poco de fuerza el cuerpo de Yuko.

Por unos momentos, no hubo respuesta, Aizawa sabía que la pregunta era estúpida pero en una situación como está todo es válido. Sabía que su alumno era muy defensivo, en especial ahora que su hermana estaba con él, pero enserio quería tener alguna razón por la que negaba su ayuda.

--- Ella...--- murmuró bajito, casi inaudible, pero el héroe fue capaz de escucharlo bien.

--- No puedo vivir sin ella...---

Hubo un suspiro, el azabache levantó su mano y la colocó sobre el hombro del ceniza, tratando de darle tiempo para que pudiera hablar.

--- ¿De qué forma, Bakugou?--- el menor tenía su mirada pegada al suelo, abrazando a su hermana casi como si alguien fuera a venir a arrebatarle a la niña.

Katsuki exhaló de forma temblorosa, como si hablar de esto fuera demasiado para él.

--- Olvídalo, no te inte-

--- No te atrevas a decirme eso, Bakugou, eres mi estudiante, me preocupo por ti y por Yuko también, mantenerlos a salvo es lo único que me importa.--- se adelantó a decir, acomodando a Eri porque su hombro estaba adormilado.
--- Así que sí, Bakugou, me interesa.--- el adolescente no lo miro, todavía, su rostro seguía en blanco, casi como si quisiera decir algo pero a la vez su propia mente le decía que no.

Dejó que sus palabras hicieran más impacto en él, Katsuki hablaría de una forma u otra porque si no lo hacía, era probable que las cosas se saldrían de control teniendo en cuenta que Bakugou había tomado a la niña y se la había llevado de su propia casa sin aviso.

Si planeaba irse, iban a tomarlo como un secuestrador, por muy injusto que suene.

Peor aún si su madre decide hacer un escándalo sobre la situación.

Mi Hermanito.Where stories live. Discover now