76- Kaldor

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Kaldor permaneció en silencio para que ella siguiera hablando.

—Luego fui a la cárcel. Fue porque una noche llegó un hombre al prostíbulo. Pidió por mí y ofreció una suma de dinero que... —Abrió desmedidamente los ojos y alzó las cejas— ¡Uf! Habría podido tomarme tres meses de vacaciones si quisiera. El cliente tenía el collar de una estrella en el cuello, era una estrella dorada.

Kaldor recordó la última conversación que había tenido con Río. Le dijo que un hombre con un collar de estrella le pidió que entrara al castillo y rescatara a una niña de su edad, de las mazmorras. Pero solo fue una trampa para que lo enviaran a la cárcel.

Trató de controlar el pulso y su respiración, no quería que Cer detuviera el monologo que estaba haciendo. Le gustaba oírla hablar.

—El hombre se sentó en la cama, empecé a desvestirlo porque parecía tímido. No quería estar conmigo, eso era evidente. Hay algunos clientes que se sienten culpables de cogerse a una criatura mágica o algunas clientes les entra remordimiento por engañar a sus esposos. Casi todos los que iban conmigo era gente que se casaron por el destino, no por el amor, porque la fuente se los exigió. Así que eran personas que no amaban a sus esposos o esposas —revoloteó los ojos—. Estaba desvistiendo al hombre cuando él se apartó. Me dijo que debía follarme esa noche y ofenderme, es decir, cabrearme, insultarme o lo que fuera; pero que no quería hacerme ninguna de las dos cosas porque mi novio se enfadaría.

—¿Tenías novio?

—No. Jamás tuve. Eso es lo que le dije. Le aseguré que no tenía novio, pero él insistía en que mi novio lo mataría si se enteraba de lo que me haría esa noche. Estaba muy asustado —Se encogió de hombros y acomodó la nuca en las rodillas de Kaldor—. Me dijo que si no convertía al siguiente cliente en narciso entonces él me mataría. Si lo hacía iba a pagarme y perdonarme la vida. Su petición no tenía sentido. Me negué al principio, pero el hombre me dio un adelanto de ese asesinato.

—¿Te pegó? —preguntó Kaldor con la voz comprimida en un nudo.

Se esforzó para no apretar el puño y estrujarle los dedos. Apoyó las manos enlazadas de ambos bajo su mentón y la miró atentamente. Le hervía la sangre. Si tuviera a ese cliente al lado, lo asesinaría de la forma más lenta posible.

—Sí, pero no pongas esa cara, Kal —Cer sonrió apenada—, yo tampoco soy una niña inocente. Le pegué a mucha gente y a ese cabrón también. Era humano así que fue una pelea pareja, le habría ganado si usaba mis poderes, pero para usar tus dones mágicos en la ciudad debes tener un permiso de la monarquía. Yo no lo tenía. Traté de resistirme y no pude. Cuando estoy enojada es más difícil controlarme. De un momento a otro una raíz perforó el suelo y lo empujó a la calle. Rompí la pared. Nunca encontraron al tipo. Sé que aterrizó sobre un auto, pero escapó al instante. Creo que huyó de la vergüenza.

—¿Y fuiste a la cárcel por mover plantas?

—Por romper una pared, abollar un coche, ejercer la prostitución ilegal y sí, usar mis poderes sin una licencia otorgada por la monarquía. Les dije a todos que estaba ahí por convertir a un cliente en narciso, era una historia más divertida. Estuve pensando mucho en esa noche y el extraño del collar ¿Sabes? Es raro.

—¿Crees que ese hombre misterioso quería enviarte a la cárcel?

—Pues, creo que su plan original era estar conmigo y hacerme sentir fatal, lo suficiente para que yo me defendiera y usara mis poderes. Así que sí, quería que acabara en prisión.

—¿Crees que él sabía que terminarías aquí? ¿Él quería enviarte a la cárcel para que estuvieras en el mismo autobús que Río y yo? ¿Él sabía que me conocerías?

Esa hipótesis le gustaba a Kaldor, significaba que él era oficialmente su novio, porque así lo había llamado el imbécil que le levantó la mano a Cer. Ella se mordió el labio y asintió.

—Sí, no lo creo, lo sé. Fue Cratos, el hombre de esa noche. Lo reconocí cuando nos trajo hasta aquí. Nos cruzamos en el bosque con Cratos y él nos trajo a la casa de Jora. No tuvo que presentarse. Yo ya lo conocía y Río también. Y Calvin...

Olivia abrió la puerta de la casa con expresión asustada.

—Calvin despertó.








 Hoy revisando el calendario no pude creer que ya es julio del 2021. El tiempo se escabulló tan rápido que ni lo noté, mi mente sigue en el intacto y sereno 2019. Lentamente me convierto en esos adultos que dicen que el tiempo vuela. En breve voy a usar chalecos, quejarme a viva voz de las filas largas y acosar a los niños recordándoles que los conozco desde que son bebés. 

Oren por mí jajajajaj

XD

¡Buen fin de semana a todos! ¡Espero que la pasen bien! ¡Abrazos!

Tu muerte de abrilKde žijí příběhy. Začni objevovat