"Ladrón"

capítulo I

Concluyendo nuestra conversación, ella guardo el boleto restante y emprendió su camino al aeropuerto, yo también empezé a caminar para no quedarme atrás hasta alcanzarla y seguir juntos

— ¿Qué haremos exactamente allá, chica?

— créeme, ni yo estoy segura de ello.

Fue de lo único que hablamos de camino al aeropuerto, durante lo restante de esa caminata tan larga solo hubo un silencio profundo y un tanto incómodo. A lo mejor ella pensaba lo que yo: ¿Qué haremos en un lugar donde nadie nos conoce?, ¿En qué casa viviremos?, ¿Cómo seremos capaces de mantenernos sin un trabajo?.
De lo mucho que me la pasé pensando no me di cuenta y aproximadamente en media hora ya estábamos en el aeropuerto; sin embargo, a pesar de esos ligeros problemillas todo marchaba tranquilamente o eso creo...
Al abordar el vuelo; nos explicaron lo que debíamos hacer en caso de emergencias, dónde estaban ubicados los baños y todo ese tipo de cosas necesarias con el propósito de que gocemos de un viaje cómodo. Al hacerlo no podía evitar dejarme torturar por la duda razón por el cuál decidí aclararla.

— oye... ¿Y sí compraste o rentaste una casa allá?, ¿Sabes dónde viviremos? — pregunté, al menos la duda ya no me carcomía lentamente.

— ¡Esa es la mejor parte!

Gritó emocionada, mi colita de zorro se alborotó al oír esas palabras. ¡Creía que estábamos perdidos!

— ¿Enserio?¿La compraste?

— ¡No!. — gritó nuevamente emocionada, pero en esta ocasión señalándome con sus dos dedos índices — ¡Compraremos la casa con el dinero que te pedí!, ¡Será fascinante!, ¿No lo crees?

Bueno sí estamos perdidos.

Me quedé paralizado, confundido; es que a mí no me dijo nada de ese dinero y evidentemente me preocupé

— ¿Dinero?, ¿Qué dinero?

— ¡¿No trajiste el dinero?!

Nos miramos mutuamente su sonrisa se borró al instante; pero yo sé que en el fondo, muy en el fondo de ella... hay esperanza, eso es lo más me agradaba de ella: siempre busca una forma de solucionar cualquier problema.

— ¡No me lo pediste! — grité enfadado, yo estaba completamente seguro de que no me había solicitado dinero

— Bueno, ya buscaremos una casa improvisada en el camino. No sé, quizás por lo mientras viviremos en un refugio donde viven los migrantes... o no lo sé. Será fácil si aún continuamos juntos ¿no lo crees?

Ah... Al menos eso me tranquilizó un poco, cerré mis ojos, tomé su cálida mano e intenté disfrutar del viaje. Después de un tiempo observé por la ventana para ver qué había... ví esas nubes esponjosas, el paisaje, el extenso e interminable mar, simplemente hermoso.

Terminando de apreciar los paisajes de la ventana opté por dormir para que el viaje se me hiciera más corto; y así fue. Cuando desperté, que fue finalizando el día, ya habíamos llegado a nuestro destino. Ambos descendimos del avión y nos entregaron nuestras maletas más adelante, en el aeropuerto. Mi primera reacción fue emocionarme, ¿A quien no le emocionaría eso? Es más, noté que yo estaba más entusiasmado que chica. No tengo palabras para expresar esa sensación tan hermosa que tuve al llegar ahí.

Al no tener un lugar a dónde ir, Chica y yo nos dirigimos al centro de la ciudad, pero la mayoría de locales y esas cosas ya estaban cerradas; ya era de muy noche también supongo que era eso...
Estábamos tan distraídos que no notamos la presencia de otros dos chicos, que al vernos tan débiles y solos nos apuntaron a cada uno en la cabeza con un arma de fuego detrás nuestro