El Heredero Del Vampiro PT2

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 25

Kai

—¿Qué tienes? — Suni toma asiento a mí derecha —.Durante todo el entrenamiento has estado distraído y eso es raro en ti, algo te pasa, ¿Qué?

—No me pasa nada.

—Kim-Seong Jin aparte de ser tú mejor amiga soy tú prima, somos familia y sé cuándo algo te está pasando, así qué por favor dime lo qué te esté pasando quiero ayudarte.

—De verdad, Suni no me pasa nada solo no he podido dormir bien, he tenido insomnio.

—Esa es una pésima excusa para evadir mí pregunta,¿Sabes? — Recarga su cabeza sobre mí hombro —.Primo sé qué algo te pasa, te conozco perfectamente no trates de aparentar qué te encuentras bien por qué yo sé qué es todo lo contrario tú y yo nunca hemos tenido secretos.

Dios mío, me estoy volviendo completamente loco con todo esto.

—La voz qué te había comentado qué escuchaba cuándo tenía los sueños... volvió hace unos días.

—¿Volvió y qué te dijo?

—Lo mismo de siempre, se trataba de la madre de Vladimir, Charlotte Tepes.

—¿La madre de Vladimir?

Asentí.

—Ella me dijo lo de siempre pero poco después me dijo algo qué... tal vez tenga razón.

—¿Qué cosa?

—Suni yo no soy quién tú crees, yo nunca he... sido honesto contigo, con Min Ki y con los demás.

—¿Qué quieres decir?, no te entiendo.

—Siempre nos hemos contado todo, desdé niños, pero hay algo qué nunca me atrevido a contarle a nadie por temor a cómo reaccionen.

—¿De verdad? — Me miró —.Kai, no importa lo qué sea nadie te va a hacer o decir nada sí lo cuentas.

—Es complicado, prima al principio cuándo la señora Charlotte apareció y me dijo qué tenía qué decirlo para sentirme completamente bien no lo entendía o no quería entenderlo por lo asustado qué estaba pero ahora tengo esa espina aquí clavada qué no me deja estar en paz.

Ella toma mí mano.

—Percival, no tienes qué tener miedo, sí decirlo te hace sentir completamente bien de nuevo entonces házlo, primo nadie Kim-Seong Jin te va a decir nada malo, créeme, dímelo a mí nada más sí crees qué con eso te sientes mejor, sabes qué yo nunca abriré la boca al menos qué tú quieras qué lo diga.

Asentí.

—Suni... — Suspiré —.Cómo dijiste antes, tú y yo no tenemos secretos, no tenemos por qué empezar a hacerlo.

Me acerque a su oído derecho, tome fuerzas y le dije lo qué venía callando desdé los 16 años. Ella se alejo de mí, estaba completamente sorprendida, me dio una calida sonrisa y me da un abrazo.

—Todo va a estar bien, eso no te tiene qué poner mal — Deshace el abrazo —.No tiene nada de malo ese secreto, Seong Jin.