El Heredero Del Vampiro PT2

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 11

Min Ki

—¿Lo encontraron? — Preguntó Andy tras habernos reunido en la plaza del centro de la ciudad.

—No, no hay rastro alguno — Respondí —.Recorrimos todo Seúl y no hay nada.

—¿Qué pasó con mí tío? — Preguntó Suni.

—Mí padre y los demás están tratando de tranquilizarlo, él ahora mismo está muy alterado y no le conviene salir a las calles, nosotros hay qué encontrar a Percival.

—Ya sé — Hablé chasquendo los dedos de mí mano izquierda —.Intentaré un hechizo para encontrarlo.

—No te desgastes, amigo tú madre ya lo intento.

—¿Y qué pasó? — Pregunta la prima de Seong Jin.

—Fue bloqueada, al parecer el tío de Seong Jin, Darcel no está solo, bloquearon cualquier intento mágico qué Sofía utilizo para encontrar a Kai.

—¿Entonces qué haremos? — Cuestione a punto de volver enteramente loco.

—Tengo una idea — Habló mí amiga.

—¿Cuál? — Preguntó Andy.

—Sí la magia no los puede encontrar ni nosotros tampoco entonces pidamos ayuda a nuestros ángeles tal vez ellos puedan sentir la presencia de Miguel, recuerden qué Miguel está con Kai.

—Es un buen plan y puede funcionar — Dije.

—Vengan, vamos a aquel callejón.

Los tres cruzamos la calle con cuidado y nos adentramos en el callejón.

—¿Listos? — Pregunta la vampiro.

Los dos asentimos.

—Zadquiel — Pronunció Suni.

—Rafael — Dije.

—Gabriel — Dijo el príncipe de Rumania.

Tres destellos brotaron de nuestros objetos y después los tres arcángeles aparecieron frente a nosotros.

—Hola — Los saluda Suni con una sonrisa —.Necesitamos su ayuda.

—¿Por la desaparición de Seong Jin? — Cuestionó el arcángel Gabriel.

—Sí — Andy asintió —.Nosotros no podemos encontrarlo ya qué bloquearon los hechizos así qué pensamos qué ustedes tal vez puedan encontrarlo ya qué Miguel se encuentra con él.

—¿Pueden hacerlo? — Pregunté.

—Podemos intentar — Dijo la arcángel.

Los tres pusieron su mano derecha en su pecho y después estás se envolvieron en un brillo blanco.

Estuvieron así unos pocos minutos después aquel brillo blanco comenzó a sacar chispas cómo sí de un corto circuito se tratase, esté brillo provoco una onda de expansión la cuál nos lanzo a todos contra las paredes del callejón. Caímos al suelo y unos pocos segundos después todos nos pusimos de pie.